Hace unas semanas se celebró en la provincia de Málaga, la 3º edición Laboratorio enclave afrofeminista: un encuentro de mujeres y feminidades afro con la intención de construir una agenda afrofeminista autónoma.
Hace unas semanas se celebró en la provincia de Málaga, la 3º edición Laboratorio enclave afrofeminista: un encuentro de mujeres y feminidades afro con la intención de construir una agenda afrofeminista autónoma.
Es un dolor en la barriga y en la cintura. Aparentemente estoy preciosa. Llevo el pelo limpio, un vestido bonito y camino derecha. Tecleo un ordenador como todos los días de mi vida y tomo descafeinado. Nadie diría que estoy enferma, que mi cuerpo no se sostiene, que necesito dormir más que nunca. Nadie diría que cada vez que voy al baño estoy una hora sentada o que he tenido que tirar mi ropa interior porque estaba calada de sangre toda.
Si no puedes con tu enemigo, ataca a su mujer. Esta máxima no escrita lleva presidiendo la guerra desde el albor de los tiempos. Y lo que vivimos en estos días es una batalla atroz contra los proyectos transformadores, cuyas primeras víctimas siempre somos las...
Porque contigo vibro, decía Rocío Jurado. Y lo digo yo con su permiso, porque podría ser esa la respuesta simple pero rotunda a todas las preguntas con las que alguna vez nos martillearon la vida, intentando visibilizar la supuesta contradicción entre el amor por la Semana Santa y ser de izquierdas.
Vestirnos y maquillarnos para imitar a personas de otras latitudes ha sido algo común y entendido como una práctica inocente. Sin embargo, cuando se imita una identidad, se estereotipa y reduce una cosmovisión a una práctica festiva, momentánea, sin intencionalidad de aprendizaje, estamos usurpando elementos identitarios de forma banal.
Lejos de entrar a debatir en sus términos absolutamente nada, o de defender ninguna labor de reforma del establishment cultural andaluz, no perdamos ocasión para pensar cómo seguimos (porque no es nuevo) subvirtiendo una doctrina que no se instituye en régimen de verdad ni entre su fandom. Las formas queer de ver, sentir, reír y celebrar la vida se cuelan por cualquier grieta.
Hablar del velo, y de su uso, es hablar de medio millón de mujeres musulmanas que habitan el territorio español. Tras cada velo hay una persona pensante, sintiente, que decide y, a veces, consiente o no portar la prenda que cubre su cabeza.
Ensuciar. Hacer de vientre. Hacer de cuerpo. Evacuar. Jiñar. Defecar. Hay muchas formas de decirlo y una única realidad: cagar es un privilegio, masculino, claro está. Porque cuando te pasa algo, lo verbalizas y le pasa a todo el mundo; eso, amigas, es político, no personal.
En esta última semana, he visto 20.000 especies de abejas y Barbie. Así, como combo. Y 20.000 especies de abejas es definitivamente la película feminista del año.
Decía Debord que "El espectáculo no es un conjunto de imágenes, sino una relación social entre personas mediatizada por imágenes". El cine es un campo de batalla cultural que nada desesperadamente para mantener su hegemonía en el siglo XXI. Barbie no es solo una...
Nos quisieron relegar a la otredad; nos dejaron habitar la periferia; nos pusieron la etiqueta de minoría. En cambio somos, con mayúsculas, y latimos fuertemente al compás de una vida que celebra la diversidad, la belleza de los márgenes.
La vivienda y todos los problemas asociados a la misma en la ciudad de Málaga son los ejes principales en los que se basa la historia del cortometraje La Banda, un cortometraje que pone en el centro la dudosa calidad del modelo de ciudad en el que se encuentra inmerso la capital de la Costa del Sol.