Primera mujer redactora de un periódico en España. Andaluza de Almería. Carmen de Burgos ‘Colombine’, seudónimo utilizado en sus artículos, promovía la necesidad de la ley de divorcio en sus artículos. Defensora de los derechos de la mujer, Carmen de Burgos, saldrá a la calle para pedir la concesión del voto femenino.
Carmen de Burgos nació en Almería un 10 de diciembre de 1867, dentro del seno de una familia acomodada. Desde joven, mostró un carácter curioso y una actitud independiente y segura, recibiendo una educación en igualdad con sus hermanos. Con solo 16 años conoce a Arturo Álvarez, hijo del Gobernador de Almería, periodista y pintor. Embaucada por el estilo bohemio de Arturo, 12 años mayor que ella, se casa con él. Esta relación, determinaría muchos acontecimientos en su vida, como su dedicación al periodismo, acercándola a la escritura. Colaboró con el periódico de su marido, publicando algunos artículos.
Pese a esto, la infelicidad reinaba en su vida. Arturo le era infiel, maltratándola de muchas maneras. Así, se encaminó hacia el estudio, y se tituló como maestra, consiguiendo plaza en Guadalajara.
Ese mismo año, fallece su hijo con solo 8 años. Decidida a emprender una nueva vida lejos de Almería y de su marido Alfonso, se separa de él, y marcha a Madrid con su hija.
De Carmen a Colombine
En 1902, comienza su trabajo como columnista en algunos periódicos de tirada estatal. Primero, en el diario el Globo y más tarde, en el Diario Universal, donde empezó a escribir sus columnas bajo el pseudónimo de Colombine, sobrenombre que ya le acompañaría el resto de su vida y con el que se la conocería en varios ambientes. Además, firmaría otros muchos como “Perico el de los Palotes”.
Carmen, fue también fue la primera mujer en ser reconocida como periodista profesional en el Estado español. Sus columnas hablaban sobre el día a día de las mujeres, modas y algunas iniciativas europeas de interés para la mujer y fue ahí mismo donde empezó a hacer campañas para la legalización del divorcio.
Hacia el sufragio femenino
En 1906, inició su campaña más famosa por el sufragio femenino en el Heraldo de Madrid, causando tanto revuelo entre algunos círculos madrileños, que pronto fue destinada fuera de la ciudad por órdenes del gobierno conservador de Antonio Maura, aunque eso no paralizó sus tertulias feministas ni mucho menos, su lucha a favor del voto femenino. En esta época conocería a Ramón Gómez de la Serna, con quien mantendría una relación durante veinte años.
Carmen de Burgos fue también una firme defensora de la objeción de conciencia, después de viajar a Melilla como periodista tras la derrota del ejército español en el Barranco del Lobo y observar con sus propios ojos el estado de los jóvenes destinados al norte de Marruecos.
Cuando el 1931 se proclama la II República, Carmen es feliz al observar cómo sus aspiraciones pasan a un plano público, como la legalidad del voto femenino, el divorcio o el matrimonio civil, una lucha que ella llevaba años peleando sin aparente resultado, a través de sus publicaciones literarias y artículos en los diarios de la época.
En esta época, se afilia al Partido Republicano Radical Socialista y ahí comienza una carrera política como defensora de los derechos y libertades de las mujeres, participando en diversas organizaciones feministas. Carmen de Burgos se convirtió durante ese año, en una cara reconocible en los movimientos políticos, en mítines y manifestaciones que tenían lugar en Madrid durante la República.
La de Beauvoir andaluza
De forma repentina, el 8 de octubre de 1932, Carmen comenzó a encontrarse mal mientras debatía en una reunión sobre derechos sexuales. Fue traslada inmediatamente a su domicilio, donde falleció horas después.
Después de una larga trayectoria literaria y periodística, con decenas de artículos y obras escritas, y una participación en la vida política y social del Estado español, con el golpe de Estado y la llegada de la dictadura de Franco, Carmen de Burgos cae en el más absoluto silencio, dado que su nombre entra en la lista de autoras prohibidas, desapareciendo sus libros, publicaciones e ideas de las librerías y bibliotecas, siendo perseguida su edición y difusión.
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