Actriz, directora, docente y payasa. Eliana Donnola llegó a España en el año 2015 y desde entonces la hemos visto en numerosos proyectos artísticos, como el espectáculo de humor y cabaret, la ‘Varietteta’, un encuentro de mujeres y personas LGTBQ+ en escena. En esta charla con La Poderío nos cuenta su historia de vida con La Invisible como migrante y como creadora. 

Primer recuerdo que tienes de la invisible. Año aproximado

Fue cuando yo migré para España en el año 2015. Me empecé a integrar más en las actividades de la casa en 2016. Comencé ensayando en el espacio y presentando el espectáculo que tenía en ese momento. Y poco a poco fui integrándome más en la organización del espacio, en las asambleas, en los grupos de gestiones y en el grupo de cultura libre, al que yo me sentía más afín por la actividad que realizo. En un momento éramos cuatro, y nos llamábamos las cuatro fantásticas: Tirititando de Luisa,  Lula, Larissa y yo. Fue un momento muy especial. Ese grupo de gestión fue en el 2017. 

¿Qué actividad has desarrollado/desarrollas en la invisible

Lo que yo más hice en la casa fue participar en este área de cultura libre, participar en distintos proyectos artísticos como mujer varietetta, la propuesta de generar diferentes espacios y ciclos como el teatro de café concerto, programación en lo que era teatro de calle o ‘La Invisible a puertas abiertas’, que consistió en llevar a cabo actividades fuera de la casa, hicimos un cabaret en calle, clases abiertas… También he participado en el área de asamblea de la casa en general y, más específicamente, en el grupo de cultura libre. 

¿Qué te ha dado La Invisible como creadora/activista/persona…?

Yo te voy a hablar de mi experiencia como migrante y como persona que recién se integra a la ciudad. La Invisible es un espacio que te acoge de una manera increíble porque te da la posibilidad justamente de desarrollarte, de que sea un espacio centro donde conozcas no solamente a otras artistas, sino a otras personas que tengan intereses en común: las artes, la organización, el trabajo comunitario, el entenderte como un grupo social. Una figura que es parte de un todo, esta posibilidad de mezclarte con distintas personas que vienen cada una de sus propias experiencas y ahí confluyen y en esa mezcolanza se deaserrollan actividades hermosas y alucinantes. 

Haciendo balance de estos casi 15 años, ¿cómo crees que ha cambiado la actividad de la invisible el paisaje-la radiografía de la ciudad de Málaga?

Yo no estuve desde los comienzos, me integré después, o sea que no podría responderte a esta pregunta. En 2018 me fui y me volví a integrar en el 2019. El año que estuve más implicada fue 2016 y 2017. En esos años empezamos a desarrollar las varietettas, este espectáculo nació en la invi y también la hemos hecho en otro espacio feminista de la ciudad, La Medusa.

En una ciudad como Málaga, en la que la cultura y el arte están tan presentes, y que es referente en el resto de ciudades del estado español, ¿por qué es importante la existencia de un espacio como La invisible?

Los espacios como la invisible son muy importantes en las ciudades porque terminan siendo espacios alternativos. Como artista que llega a una ciudad, los espacios independientes, asociativos, o espacios del común, son los que más cabida tienen para una, porque hasta que te integras en lo institucional pasa un tiempo. Estos espacios son súper importantes para todas las artistas en general que son más nómadas porque te abren las puertas para que puedas presentar los espectáculos que esté desarrollando cada una. Y esto involucra a las artistas y a personas que vienen de distintas profesiones y motivaciones. Esto es tan importante en este convidio que se genera en ponerte de acuerdo sobre qué se va a hacer en tal sala o cómo se gestionan cosas que parecen tan ínfimas, pero que se pasa todo por un común y se busca un criterio. Eso me parece muy interesante, aprender en estos espacios donde se trabaja en colectivo. Estamos muy habituadas a que cada una maneje su kioskito, pero cuando tenés que compartir con más personas, ahí está lo interesante. Cómo planteas en común de manera asamblearia para justamente decir, ‘entre todas decidamos cosas’.  No es una cosa vertical, son cosas que parten de una decisión en un grupo. 

¿Qué tiene de feminista la invisible?

Tiene mucho, porque no solo es un espacio de seguridad para nosotras, sino que fue un espacio que nos brindó la casa como posibilidad de desarrollar la Varietetta, buscando el humor en nosotras, que es algo que me interesa dese hace varios años. Siendo una mujer y payasa nuestros referentes quedan bastante cortos. Para mí es súper importante seguir desarrollándonos y encontrándonos con otras mujeres y ver qué lenguaje nos es común a nosotras. No es lo mismo poner en escena una presencia masculina que una presencia de una mujer. Cambia la lectura que tenemos hacia estos cuerpos. Este estudio fue lo que comenzó a gestarse allí con esa propuesta de varietettas, que nos juntábamos mujeres y disidencias dentro del colectivo llamado LGTBI. Desarrollábamos distintas escenas obviamente a través de la mirada feminista a través del humor. Poníamos en escena distintas situaciones, preguntas, críticas… depende del grupo que hubiese ese mes.