“Hay personas que te dan un pellizco y esta niña es de las que te lo dan”, decía Sonia, emocionada al salir del concierto de María del Tango en el Sitio Territorio de Paz, un centro cultural a las afueras de Coín (Málaga). A sus treinta y dos años, la artista granadina afincada en Cádiz se aleja temporalmente del proyecto Mundo Divino, con Carlos el Calimbero, e inicia su andadura en solitario en la que, además del flamenco al que nos tiene acostumbradas, mezclará la electrónica propia de las raves que tanto le gustan. Un nuevo comienzo, que mezclará tradición y vanguardia, de ahí el nombre de este proyecto: ‘Entre dos mundos’.