Violencia Vicaria. Cincuenta y un niños y niñas asesinados. 51 asesinatos de menores desde el 2000. Asesinados. Cincuenta y uno. Niñas y niños. 51 asesinatos de niñas y niños a manos de sus padres o de parejas o exparejas de sus madres. Cincuenta y una víctimas mortales de violencia vicaria extrema en España.
Jordi, el pequeño de Sueca que acababa de cumplir 11 años, este pasado domingo pasó a ser la primera víctima de violencia vicaria asesinada en España en 2022. Este pequeño se suma a la lista de los 50 niños y niñas que han sido asesinados a manos de su progenitor o de parejas o exparejas de sus madres en nuestro país desde el año 2000. Su asesinato es un crespón negro que se pone nuestro país ante una nueva actuación del terrorismo machista que sigue asesinando a mujeres y, cuando no puede o quiere extremar el daño sobre ella, a sus hijas e hijos.
Esto, señoras y señores, se llama violencia machista. No es violencia intrafamiliar, no es violencia doméstica, por más que algunos personajes lo digan e intenten despistar con mentiras y palabrerías, a parte de su inconsciencia y falta de responsabilidad. Ayer tarde la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género de Valencia así lo confirmaba “la naturaleza machista del crimen y la existencia de denuncias previas realizadas por la madre de Jordi contra su padre por violencia machista”.
Justo ayer se hizo público el primer estudio que sobre Violencia Vicaria en nuestro país ha realizado la psicóloga clínica Sonia Vaccaro, patrocinado y editado por la Asociación de Mujeres de Psicología Feminista de Granada, un estudio que según Mariló Rubio, presidenta de esta Asociación, pretende “arrojar luz, explicar y comprender cuáles son las características de esta violencia que, según los datos, está aumentando de forma significativa. El trabajo, dice Rubio, identifica las amenazas y las situaciones de riesgo y de peligro para menores de edad, que los mecanismos institucionales y judiciales no parecen detectar”.
El verano pasado conversamos en La Poderío con Sonia Vaccaro, psicóloga clínica que acuña en 2012, por primera vez, el término violencia vicaria, término que desde 2017 se encuentra incluido en el Pacto de Estado contra la Violencia de Genero.
¿Qué es la violencia vicaria? le preguntamos “es la violencia contra la mujer que se ejerce sobre los hijos e hijas por parte de un hombre maltratador y violento, siempre en un contexto de violencia contra la mujer. En el momento en que la mujer comunica el divorcio o su intención, o en el divorcio mismo, el hombre violento, al no tener acceso a la mujer, continúa el maltrato a través de los hijos. Vicario, la definición como adjetivo, se refiere a aquello que se ejerce por interposita persona, o que coge el lugar o sustituto de otra persona. Por eso lo denominé “violencia vicaria”.
Primer estudio sobre Violencia Vicaria en España
En el estudio ‘Violencia vicaria: un golpe irreversible contra las madres’ de los 400 casos de asesinatos de menores estudiados las autoras del informe han detectado 50 casos de violencia vicaria extrema contra menores “casos en los que hemos comprobado este nexo de concausalidad en el que la intencionalidad está puesta en querer dañar a la madre”, ha señalado Sonia Vaccaro. Ahora, desde el pasado domingo, la cifra ha aumentado a 51 si le sumamos el asesinato del pequeño Jordi.
Las conclusiones de este estudio señalan al agresor, en la mayoría de los casos, como un hombre de mediana edad, entre 30 y 50 años, principalmente de nacionalidad española y en un 82% como padre biológico de los menores asesinados.
Cuando se comete el delito, dice el estudio, la pareja está separada y no ha transcurrido mucho tiempo desde la separación. No se observa en el asesino la existencia de discapacidad intelectual ni física y los casos con diagnóstico previo de algún trastorno o enfermedad mental son residuales.
En la mayoría de la muestra los agresores no tiene antecedentes penales y sí los tienen, en un 60%, son por delitos relacionados con la violencia de género. También destaca el informe que, en la misma proporción, los agresores habían verbalizado su intención de hacer daño a la madre o a los hijos o hijas antes de cometer el crimen, amenazando con frases como: “te quitaré a los niños”, “ya verás lo que les pasa a las niñas”, “te quitaré lo que más quieres”.
En el asesinato este pasado domingo del pequeño Jordi, se ha publicado que su padre ya había anunciado que “le iba a dar a ella donde más le doliera”.
“Para mí, ellos matan un objeto, contó Sonia Vaccaro a La Poderío. Asesinan un objeto y así lo dicen. En el caso Itziar Prats, el caso de Castellón el individuo le dijo a la madre -ya verás lo que le harás a las niñas-, como desplazando la responsabilidad en ella. Eso no se está diciendo. Yo como psicóloga tengo que interpretar el discurso, pero no se está diciendo que ahí hay un desplazamiento clarísimo. Por eso hablo de violencia vicaria, porque la diana es la mujer. Los niños son objetos. Aparte, el tipo de asesinatos de los que hablamos, tú no puedes hacerlos si empatizas mínimamente con esa persona. Estamos hablando de criaturas muertas a hachazos, con una sierra radial, criaturas como este otro de Tenerife, envueltas en bolsas con pesos, con piedras, pensado para que no floten.”
Los casos en los que el asesino se mata o intenta matarse después de cometer el crimen, suponen el 48% de la muestra. En el 12% casos el asesino niega los hechos cometidos. Aún frente a la evidencia, culpa a otras personas o dice no recordar nada de lo que realizó.
La mayoría de los asesinatos se producen cuando los padres están al cuidado exclusivo de las niñas/niños (48%), ya sea por estar en el ejercicio del régimen de visitas (44%) o de custodia compartida (4%). Sólo en el 18% de los casos, el crimen se comete durante la convivencia. El lugar del asesinato principalmente es en casa del asesino (42%), sin presencia de otras personas (68%).
Desamparo de las niñas y niños
Por otro lado, el estudio manifiesta que en un 14% de la muestra las niñas y niños manifestaron síntomas de estar siendo maltratados y añade que en ninguno de los casos analizados había una orden de protección hacia los menores, siendo las víctimas menores de entre 0 y 5 años en un 64% de los casos estudiados. Por otro lado, se manifiesta que en un 96% de la muestra no hubo una evaluación por parte de algún profesional (psicóloga, servicios sociales, etc) sobre el estado de estos niños y niñas, o al menos, dice, no se deja constancia en las causas judiciales o en la hemeroteca consultada.
Las investigadoras destacan la ausencia de datos de las niñas y niños asesinados, su conducta, el vínculo emocional con el agresor, etc., no visibilizadas en las causas juzgadas ni en la documentación de hemeroteca consultada.
Sonia Vaccaro y su equipo denuncian que “las niñas y los niños son invisibles en estas causas, no existen, no se les considera, no tienen voz y por lo mismo, falla la protección que el Estado en general y las Instituciones en especial, deberían poder otorgarles. Su palabra es devaluada, al punto de silenciarla y se comete una discriminación flagrante por causa de su edad, olvidando que son seres de derecho con derechos”.
Las autoras de este informe defienden que los asesinatos de niñas y niños pueden y deben prevenirse; “hay que extremar las actuaciones para que no sucedan” y esperan que la legislación al respecto se aplique y de lugar a una protección efectiva, haciendo posible que ningún hombre violento les pueda utilizar como objetos para continuar dañando a la madre.
“No sirve de nada ninguna acción tras la muerte de criaturas vulnerables que no pudieron ni elegir ni ponerse a salvo de las manos de su asesino. Nada puede resarcir el dolor de esas mujeres, nada hará retornar a sus hijas e hijos. Un maltratador no es un buen padre, y mientras se privilegien sus derechos sobre los de las víctimas, no se podrá impartir justicia” concluye el informe.
El 016 atiende a las víctimas de todas las violencias contra las mujeres. Es un teléfono gratuito y confidencial que presta servicio en 53 idiomas y no deja rastro en la factura. El número no queda registrado en la factura telefónica, pero se ha de borrar la llamada del dispositivo. También se ofrece información a través del correo electrónico 016-online@igualdad.gob.es y asesoramiento y atención psicosocial mediante el número de Whatsapp 600 000 016. Los menores pueden dirigirse al teléfono de ANAR 900202010.
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