Remedios Gil. Mariana Sánchez. Amadora Sánchez. Encarnación Méndez. Elena Ramos. Bernabela Rodríguez. Alejandra Garzón. Teodora Garzón. Amadora Domínguez. Modesta Huerta. Dominica Rodríguez. Felipa Rufo. Antonia Blanca. Josefa Labrador. Faustina Ventura. Carlota Garzón. Ellas son las 16 rosas de Zufre, víctimas de los fusilamientos franquistas.
Año 1937. Andalucía lleva más de un año sufriendo los estragos de una guerra cruenta, en la cual se ve envuelta casi sin tiempo a poner oposición. Durante el último año, en casi todos los pueblos de esta tierra, se han llevado a cabo persecuciones hacia vecinos y vecinas, hacia hermanos y hermanas. Queipo de Llano lanza, a través de la radio, mensajes de odio que ponen el foco, también, en las madres. Las rojas, según este, han conocido lo que es un hombre gracias a la Legión y a las violaciones sistemáticas y repetidas que se han llevado a cabo contra ellas. No hay lugar para el remordimiento, pues las mujeres del bando republicano se convierten en cuerpos inertes hechos para el castigo de toda la prole.
Hubo un lugar que, por lo pequeño que es, resulta especialmente cruel el castigo hacia las mujeres. La represión aquí pudo alcanzar a dos de cada tres familias. Zufre es un pueblo de la Sierra de Aracena, en la zona norte de la provincia de Huelva. En aquella época cuenta con unos pocos de cientos de habitantes, siendo una zona de paso para las minas. Allí, la guerra debería de haber pasado de puntillas, pues todo el pueblo se conoce y comparte vida y fiesta. Pero no es así, y toda la comunidad se ve envuelta en un aliento de sangre y ceniza.
La pequeña escuela, que antes había sido un lugar de risas y experiencias, ahora es la cárcel donde son encerradas aquellas madres de milicianos huidos en la sierra. Los hijos a los que ellas llevaban a la escuela son los encargados de traerles ahora la comida. Huele a polvo y humedad. La sombra sigue avanzando por aquellos muros de silencio.
La vieja escuela
Diez mujeres están encerradas en aquella vieja escuela. Todas rapadas, ya han sido humilladas con el correspondiente paseíllo por el pueblo. El aceite de ricino aún les pesa en el estómago. Fue humillante, desolador ver aquellas caras conocidas mientras las paseaban casi desnudas por el pueblo, ver a aquellas vecinas con las que antes se sentaban a coser hasta la noche en las sillas de enea, no atreverse a alzar la vista. Aquellos ojos agachados con un pavor nunca visto, sabiéndose el no poder aguantar el dolor ante la quiebra del cuerpo. Todas son víctimas, aunque solo unas cumplan condena en aquella cárcel improvisada.
Diez mujeres, con nombres, apellidos y vida, atadas las manos con alambres, subieron al camión aquel 4 de noviembre de 1937.
-Las llevan a Aracena, a hacerles el juicio.
-¿El juicio por qué?
Por guerrilleras, por socialistas. Por madres. Dicen que una enseñaba coplillas socialistas en su casa. Que otras le suben comida a sus hijos a la sierra. Que son marxista, que propagan el odioso discurso rojo.
Los falangistas dicen que se lo tienen merecido. Las humillaciones, la tortura, la violación. Que habían hostigado a Rosario Expósito, votante de la derecha. Que le habían quitado algunos alimentos por haberle quitado ella el pan a los pobres con su voto.
Pero no van camino de Aracena. A unos pocos kilómetros, el camión se desvía para la Higuera de la Sierra, pueblo vecino. Camino del cementerio de San Sebastián, las mujeres se ponen a llorar, pues ya saben hacia donde van.
Las bajan, una a una. Solo los llantos, los rezos, las súplicas calman el sonido del viento en aquel solar lúgubre.
Con nombres y apellidos
Ellas son Remedios Gil de 56 años, Mariana Sánchez con 51, Amadora Sánchez cuenta con 52, Encarnación Méndez, 56, Elena Ramos de 55 años, Bernabela Rodríguez con 40, Alejandra Garzón de 62, Teodora Garzón ,45 años, Amadora Domínguez, a la que conocen en el pueblo como La Pasionaria, de 48 años, y la más joven, Modesta Huerta con solo 29 años. Dos meses antes, en septiembre, seis mujeres más fueron conducidas a ese mismo lugar: Dominica Rodríguez de 42 años, Felipa Rufo con 39, Antonia Blanca de 51 años, Josefa Labrador, 40, Faustina Ventura con 62 y Carlota Garzón con 47 años de edad.
Una a una, van cayendo. Los disparos asustan a los grajos y los cuervos. Pronto el sonido es disipado por el viento. Como la tierra hará con sus cuerpos.
Para saber más:
El ocultamiento de los cadáveres de las mujeres asesinadas deja obsoleto el mapa de las fosas: https://www.diariodehuelva.es/2021/01/11/represion-fosas-franquismo-huelva/
Marxista, propagandistas y provocdoras: El asesinato de 16 mujeres y 5 hombres de Zufre: https://memoriahistorica.org.es/marxistas-propagandistas-y-provocadoras-el-asesinato-de-16-mujeres-y-5-hombres-de-zufre/
Las búsqueda de las 16 rosas de Zufre asesinadas por el franquismo: Localizan seis cuerpos con evidencias de mujeres violenta. https://www.eldiario.es/andalucia/huelva/mujeres-zufre-asesinadas-franquismo-memoria_1_1368936.html
Los niños de la guerra: El caso de Zufre:
Zufre: Una historia de muerte y supervivencia:
https://cadenaser.com/programa/2020/02/15/a_vivir_que_son_dos_dias/1581751531_048281.html
Mujeres y “fieras humanas”: Así mató el franquismo a las 16 rosas de Zufre:
https://www.eldiario.es/andalucia/mujeres-fieras-humanas-franquismo-zufre-memoria_1_1499864.html
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