“Decidir qué jabón usamos es un acto político”
“Decidir qué jabón usamos es un acto político”

Ámal Tarbift

17 marzo 2020

Esta charla es la tapa de atrás (o la primera para quienes empiecen por el final) de las premas El Salto Andalucía en papel con la que colaboramos en toda regla cada 30 días.

Esther Rodríguez Romero dedica parte de su vida a la cosmética biológica. Su proyecto Mu´Tu de jabonería artesanal nace de su compromiso con el medio ambiente y los cuidados de la piel. Su forma de entender el consumo está ligada a la naturaleza basada en los saberes originarios y en un acercamiento a la ecología y al comercio justo.

Últimamente se habla de recuperar los saberes tradicionales, tú lo haces con los jabones artesanales. ¿Cómo surge Mu´tu?

Me preguntaba por qué en mi baño había tantos botes de plástico para el uso diario. Tenía necesidad de reducir el uso de residuos en mi día a día. Tras realizar un curso de jabonería artesanal y aprender a hacerlo para mí y mis amigas, vi que tenía más interés y decidí crear Mu´tú. 

¿Qué ventajas tienen los jabones artesanos frente a los convencionales? 

En primer lugar, te dejan la piel más nutrida y suave, y respetan los procesos lentos propios de la jabonería en frío. Además, no son dañinos con el entorno ni con la salud. Por el contrario, los productos de higiene industrial tienen compuestos químicos y algunos derivados del petróleo. No solo es importante no aplicarlos, sino que no desaparecen del medioambiente, como los ftalatos, que a veces ni aparecen en la etiqueta. También contienen parabenos químicos sintéticos. Estos compuestos pueden tener efectos negativos para la salud, ya que actúan como disruptores endocrinos. 

«El capitalismo utiliza la ecología para imponer unos precios que no sean asequibles para todo el mundo».

¿Consumir productos ecológicos y artesanales es un acto político? 

Para mí todo es político. Decidir qué jabón usamos es un acto político y el precio que te cuesta un producto ecológico, o cómo el capitalismo utiliza la ecología para imponer unos precios que no sean asequibles para todo el mundo. De esta manera, no existirían productos nocivos que nos perjudiquen, ni comeríamos cosas no cultivadas en ecológico o que no beneficien al medioambiente si las políticas estuvieran orientadas a las personas. 

Entonces, ¿cómo podemos cambiar nuestra forma de consumir? 

Es difícil, porque la mayoría de los medios no nos ayudan a ser más críticos en cuanto a consumo respetuoso y ecológico se refiere. Un ejemplo está en el cambio de costumbre de no reciclar y no reutilizar. Dejamos de ir con la bolsa de rafia al mercado y ahora volvemos a casa con productos envueltos en varios plásticos y a tirarlos en otro contenedor también de plástico. Tenemos que ser conscientes de que somos pocas las personas que consumimos en ecológico. ¿Cómo vamos a ser capaces de llegar a esa gente que no lo ve? Por eso hay que hacer fuerza allí donde se genera información y se establecen las políticas públicas. 

A los productos de cercanía y ecológicos se les suele atribuir un coste elevado, ¿es así? 

Ese es el argumento que usan muchas personas, pero hay que mirar por el precio justo. Normalmente no se tiene en cuenta el coste de producción y de distribución y a los intermediarios. Hay que decidir si ir a una gran superficie, donde el productor gana poco, o a un grupo de consumo de barrio y comprar directamente al agricultor con precios más justos y productos más sanos y respetuosos con la naturaleza. 

«Quizás tengamos que repensar la dinámica de nuestras vidas, y trabajar los cuidados desde una perspectiva consciente y respetuosa con el medioambiente y las personas que nos rodean». 

¿El ritmo de vida actual tiene que ver? 

Vivimos en una sociedad llena de estrés, que no deja pararnos para mirar hacia dentro. Quizá tengamos que repensar la dinámica de nuestras vidas, y trabajar los cuidados desde una perspectiva consciente y respetuosa con el medioambiente y las personas que nos rodean. 

¿Qué satisfacción te proporciona Mu´tu? 

El agradecimiento que sienten las personas que disfrutan de mis jabones, la cercanía en el trato y la comunicación que se genera. Además de los conocimientos que se comparten, porque al fin y al cabo la persona no solo compra, sino que también aconseja con el fin de mejorar lo que ofreces. Esos cuidados no tienen precio.

https://lapoderio.com/todas-las-primas-sumais/
Ámal Tarbift

Ámal Tarbift

Nací y crecí en El Rif. El trabajo, el coraje y la humildad de su gente la volví a encontrar en la tierra donde estudié comunicación y trabajo actualmente, Andalucía. Mi campo de trabajo es la radio y, a través de los medios de proximidad, me sumerjo en el aprendizaje del pueblo andaluz.

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