Carta a la Junta de Andalucía de una niña sola a la que llamáis MENA
Carta a la Junta de Andalucía de una niña sola a la que llamáis MENA

La Poderío

13 diciembre 2019
Este texto está en la sección La Corrala, el patio de vecinas de La Poderío donde cada una charlotea, cascarrilla y pone colorá lo que sea mientras le da el fresquito o el sol en la cara. Más agustito que te quedas, oú. Eso sí, La Poderío no se hace responsable de lo que opinan las autoras y autores, solo apoya la participación de las lectoras como espacio de libre expresión. Puedes enviar tus artículos a ole@lapoderio.com. Otra cosa, antes de hacernos las propuestas pedimos que leas nuestro ideario.

Estimada Sra. Consejera de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación de la Junta de Andalucía, Rocío Ruiz.

Hola. Me llamo Turia tengo 18 años. Soy de un pequeño pueblo de Nador, Marruecos. Cuando era menor de edad tuve que cruzar la frontera con Melilla sola, sin mi familia. Aquí, fui acogida en un centro de menores en Melilla llamado “la Gota de Leche”. Durante un año viví aquí y también estudié. ¿Sabes lo que le pasa a las niñas y a los niños que estamos solos en un centro de menores el día que cumplimos 18 años? Que ya no podemos estar en el centro y nos echan a la calle con una mano delante y una mano detrás. Salimos sin nada, sin techo. Volvemos otra vez a la calle sin nada. Es como empezar de cero.

Yo soy una de esas niñas a los que llamáis MENAS para no ver que somos niñas y niños solos que queremos una vida mejor, una oportunidad. No venimos a vivir una aventura, sino a tener una vida de verdad. Nos esforzamos cada día para estudiar, para tener un trabajo, para no estar viviendo en la calle, incluso mis compañeros van a clase y luego duermen debajo de un puente.

En el caso de las niñas como yo, somos invisibles. No es que no vengamos a la península como los chicos, es que nosotras no tenemos dónde ir para que nos ayuden. Hemos vivido situaciones muy difíciles, tan difíciles que nadie podría imaginar que una niña pueda vivir eso. Cuando tenemos que salir del centro de menores, algunas decidimos venir a la península para mejorar nuestra vida, pero encontramos algunas dificultades. Aquí, en Málaga, donde yo vivo, la más importante es que no existen recursos específicos para chicas en nuestra situación. No hay ni una sola vivienda, ni una sola plaza, ni un solo recurso habitacional para nosotras y tenemos que dormir en albergues con lo que supone estar expuestas o en asociaciones que tratan de darnos lo mejor, pero es una cama que se llama «recurso de emergencia» que también tenemos que dejar pronto. Muchas noches nos encontramos durmiendo en la calle, debajo de un puente, sin nada caliente ni agua que poder beber, ¿se imagina una chica de 18 años durmiendo sola en la calle? Yo lo he vivido.

Yo no pido nada, solo pido que piensen en nosotras, que intenten poneros en mi situación e imaginar que son vuestras hijas e hijos son los que están viviendo en la calle, ¿cómo os sentiríais? Solo pido que haya recursos para chicas para que nos den la oportunidad de avanzar, de crecer en la vida para ser mejores personas: poder estudiar, trabajar, tener un futuro mejor, poder formar la familia que no tuvimos en nuestra infancia. En definitiva, poder tener una vida estable y digna. Tenemos derecho a vivir igual que todas y todos vosotros. Me encantaría poder tener esta oportunidad para demostrarte a ti y a todo el mundo que las niñas y los niños solos no os vamos a fallar. Y yo, te prometo que no voy a faltar a mi palabra.

Sra. Ruiz, me gustaría decirle otra cosa. Estoy muy triste y siento mucha impotencia cuando escucho hablar mal de las niñas y los niños que estamos solos. No somos delincuentes como nos señala VOX. Somos niñas y niños normales, con nuestros problemas y nuestra situación de vida, pero si hemos dejado a nuestra familia y todo atrás, es para tener una vida mejor, no para hacer daño a nadie ni a nada. No queremos que nos humillen más. No queremos que haya discursos de miedo ni de odio hacia nosotros, porque esto solo hace que nos tengamos que enfrentar a situaciones de racismo y discriminación con todo el mundo por culpa de estos mensajes. Estas personas que hablan mal de nosotras ni siquiera se han preocupado por saber quiénes somos, de dónde venimos y por qué o cómo hemos llegado. No saben nada de nosotros. Nosotras somos personas solidarias, una niña o un niño nunca deja a otro solo. Nunca. Espero que tú tampoco lo hagas.

Firmado, una niña sola:

Turia.

La Poderío

La Poderío

Una revista parida en el sur, con los aires frescos, reivindicativos, inclusivos, diversos, plurales y feministas de Andalucía, pero sobre todo, con las ganas de visibilizar las historias de personas reales olvidadas en los medios de comunicación y de desgranar el sistema heteropatriarcal que las victimiza y/o criminaliza en la mayoría de los casos.

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