En este barrio en el que vivo, donde las mujeres hablan en melodías, el feminismo no se conoce. Se conoce la vida, la calle, las penurias, la alegría, el sálvese quién pueda siempre al calor de la familia. Las mujeres llevan a sus criaturas en la cadera en una sintonía perfecta que permite el movimiento. Ellas sostienen la vida desde edades tempranas.
El antiespecismo está profundamente ligado a otras cuestiones sociales en relación con los derechos humanos y la dignidad de las personas.Tiene que ver con cómo te sitúas frente al poder cuando eres tú el que te encuentras en la posición privilegiada […] Con la capacidad de observación, de escucha, de respeto, de reconocer la dignidad de los que no se mueven como tú en el mundo y de cuestionarte el sistema establecido y normalizado aunque sea doloroso.
Mi abuela fue una de las primeras vecinas que, en Jaén, se mudó a uno de esos grandes edificios que hoy ocupan la Avenida de Andalucía: bloques de diez o doce plantas, donde, en cada una de ellas, había hasta tres pisos. Lo que antes era una calle, la modernidad lo transformó en bloques de hormigón.
La pregunta que vengo a abordar en estas páginas viene de la mano de la gran filósofa y política feminista Clara Serra (2018) con la intención de dar respuesta a algo que aspiramos las feministas desde el momento en que se nos fue arrebatado: cómo podemos tomar el poder, pero, sobre todo, cómo podemos tomarlo y salir ganando, convirtiéndonos en algo hegemónico.
Reflexiones en período electoral. Ya hemos pasado el ecuador de la campaña y de los programas sé poco, pero el empacho que tengo de banderas y de discursos que intentan fidelizar adeptos a base de simpatías identitarias no tiene parangón.
María cuenta su experiencia como migrante en otro país y los recuerdos que le vienen a la cabeza de cuando las andaluces y los andaluces también salieron de su tierra caracterizados por el color de nuestra piel.
La Poderío cumple un año como revista digital de feminismo andaluz. Desde que parimos este proyecto hemos vivido un proceso de reconocimiento, empoderamiento y crecimiento muy bonito, pero también hemos topao con la realidad y con un sistema donde no tiene como prioridad ni al feminismo ni a los autocuidados.
Da igual cómo tú quieras parir, ya sea en un hospital, de forma natural, colgada de una rama en el bosque, en casa, o en el hospital con epidural. Lo importante es que paras como quieras y no como te dejen parir.
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