Teresa Rodríguez Rubio, el pan y la alegría andalucista
Teresa Rodríguez Rubio, el pan y la alegría andalucista

La Poderío

2 junio 2022

Por Lucía Muñoz Lucena

Este artículo ha sido publicado en colaboración con el diario Público

Profesora de Lengua y Literatura de vocación, política por convicción. No había cumplido la mayoría de edad, cuando empezó a militar. Primero en IU y Anticapitalistas, luego con esta formación en Podemos. 

Andalucista y andalucismo

Teresa Rodríguez es «la Tere». En las calles la llaman así, también en los medios. De forma cariñosa, entrañable, como solo se menciona cuando la candidatura es encabezada por una mujer. A nadie se le ocurre decir «el Juanma», «el Espadas», o «el Marín». Pero esto le ha servido a Teresa Rodríguez para estar presente entre la gente con ese desparpajo de barrio que le llena la boca de «las cosas del comer».

Sus aspiraciones pasan por «las aspiraciones del pueblo andaluz», que según ella son la educación, la sanidad, o como cita en una entrevista con La Poderío, justo unos días después de dejar la bancada del Parlamento andaluz como candidata de Podemos, todo está dicho en la murga de los currelantes de Carlos Cano«De la manera más bonita, y popular. ‘Sacabe’ el paro y ‘haiga’ trabajo. Escuela gratis, medicina y hospital. Pan y alegría nunca nos falten. Que vuelvan pronto los emigrantes. Haiga cultura y prosperidad».

De andaluza, andalucista, pero del «andalucismo de Blas Infante» o «andalucismo andalucista», para para «no confundir con otro nacionalismo más burgués». Porque el andalucismo no es independentismo. Su partido, Adelante Andalucía, se ha propuesto una cosa que tienen clarísima y que llevan por bandera: que la blanca y verde tenga representación partidista en el Congreso de los Diputados. Aunque antes, tendremos que esperar y ver qué ocurre en las elecciones autonómicas del 19J. Y la verdad, no va a ser una cosa fácil.

Pan y alegría

El ser y estar de Teresa Rodríguez le ha llevado a hacer siempre política, sin la necesidad de ocupar un cargo partidista. Sindicalista de base, activista y profesora con el poder de la educación para la transformación social. Ha demostrado ser inteligente a no poder más y no porque fuese la primera de su promoción durante sus estudios de Filología Árabe, que también, sino porque ha sido la única candidata que en 8 años ha puesto sobre la tierra la razón, la concordancia, sin dejar a un lado el corazón. La gaditana es la representación del «pan y la alegría», de Carlos Cano, como forma también de canalizar la rabia.

Nacer al lado de una base militar estadounidense en suelo andaluz es algo que le ha marcado durante toda su vida y su militancia: ni guerras, ni capitalismo. Teresa Rodríguez es una vecina más. Puede que sea la única candidata, o al menos así lo hemos visto, que ponga lavadoras durante la jornada de reflexión, cosa que nos hace pensar cómo, quién y cuándo lavan la ropa el resto de políticos como el resto de humanidad de este mundo. Lo mismo te escribe un discurso que te arregla una persiana. Con ella te puedes tomar un café y comerte una tostá sin sentir una mirada por encima del hombro mientras hablas de referentes, que por cierto, muchas son andaluzas: la primera su madre, luego está Rocío Jurado, María Zambrano o mujeres trans con La Petróleo.


Ahora, tras desvincularse totalmente de la marca morada, Teresa Rodríguez (Rota, 1981) se presenta una vez más a la presidencia de Andalucía como la candidata de la renovada formación Adelante Andalucía, a la que define como la única «fuerza andalucista de izquierdas, feminista y ecologista que defiende los intereses del pueblo andaluz» y que está dando mucho que hablar.

Dónde está la izquierda

Recordemos que en febrero de 2020, Teresa Rodríguez, cansada y con la excusa de una coalición entre su partido y el PSOE desde Madrid, da un zapatazo y le dice «chao pescao» a Podemos. Nunca olvidaremos ese vídeo al que le faltó música de telenovela con el que la gaditana y Pablo Iglesias vendieron un «buenrrollismo» que nunca llegó. Oye, los divorcios de mutuo acuerdo existen, claro que sí, pero esto no había por donde cogerlo.

En mayo de ese año, Rodríguez y el resto de las y los integrantes de Anticapitalistas hicieron efectiva su salida también de Podemos, pero no se dieron de baja, esperando un relevo en la dirección. A los pocos meses, la Caja de Pandora estalló. IU señaló a los parlamentarios de tránsfugas y junto a Podemos Andalucía, liderada en ese momento por Martina Velarde, presentaron una solicitud para dar de baja de la coalición a los nueve diputados de Adelante. El Constitucional rechazó las medidas cautelares que el grupo expulsado que había pedido para ser reintegrados en su grupo parlamentario.

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Una revista parida en el sur, con los aires frescos, reivindicativos, inclusivos, diversos, plurales y feministas de Andalucía, pero sobre todo, con las ganas de visibilizar las historias de personas reales olvidadas en los medios de comunicación y de desgranar el sistema heteropatriarcal que las victimiza y/o criminaliza en la mayoría de los casos.

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