La Poderío participa en el I Congreso de Periodismo Feminista María del Carmen Molifé, organizado por Pikara.
La Poderío participa en el I Congreso de Periodismo Feminista María del Carmen Molifé, organizado por Pikara.
Maternidad y duelo parecen dos procesos opuestos. Sin embargo, si una presta atención se da cuenta de que hay muchas mujeres que viven este proceso en paralelo.
Despenalizar el aborto desde la rebeldía, la sororidad y la desobediencia implica un posicionamiento en el mundo que entiende que los cuerpos de las mujeres son un territorio de lucha, que ya no están vinculados exclusivamente a la reproducción.
Vivo en Islandia desde hace más de un año. Es un país nórdico que, dentro de su situación geográfica, a veces sorprende con calideces y cercanías inesperadas. También cumple con el estereotipo.
Cuando volver a tu pueblo significa valorar la red de cuidados.
El cóctel del racismo y el machismo explota en los medios de información convencionales salpicando, como no, a la comunidad gitana.
El 24,8% de los partos en España se producen por cesárea (datos de 2016). La tasa justificable de partos por cesárea según la Organización Mundial de la Salud (OMS) es de entre un 10 y un 15%. Con los datos en la mano, es difícil saber si nuestra cesárea fue o no necesaria. ¿Qué consecuencias tiene eso en nuestras vidas y nuestros cuerpos?
En este barrio en el que vivo, donde las mujeres hablan en melodías, el feminismo no se conoce. Se conoce la vida, la calle, las penurias, la alegría, el sálvese quién pueda siempre al calor de la familia. Las mujeres llevan a sus criaturas en la cadera en una sintonía perfecta que permite el movimiento. Ellas sostienen la vida desde edades tempranas.
El antiespecismo está profundamente ligado a otras cuestiones sociales en relación con los derechos humanos y la dignidad de las personas.Tiene que ver con cómo te sitúas frente al poder cuando eres tú el que te encuentras en la posición privilegiada […] Con la capacidad de observación, de escucha, de respeto, de reconocer la dignidad de los que no se mueven como tú en el mundo y de cuestionarte el sistema establecido y normalizado aunque sea doloroso.
Mi abuela fue una de las primeras vecinas que, en Jaén, se mudó a uno de esos grandes edificios que hoy ocupan la Avenida de Andalucía: bloques de diez o doce plantas, donde, en cada una de ellas, había hasta tres pisos. Lo que antes era una calle, la modernidad lo transformó en bloques de hormigón.
La pregunta que vengo a abordar en estas páginas viene de la mano de la gran filósofa y política feminista Clara Serra (2018) con la intención de dar respuesta a algo que aspiramos las feministas desde el momento en que se nos fue arrebatado: cómo podemos tomar el poder, pero, sobre todo, cómo podemos tomarlo y salir ganando, convirtiéndonos en algo hegemónico.
Reflexiones en período electoral. Ya hemos pasado el ecuador de la campaña y de los programas sé poco, pero el empacho que tengo de banderas y de discursos que intentan fidelizar adeptos a base de simpatías identitarias no tiene parangón.