Entre las higueras o cómo desmontar clichés sobre el campo y las jornaleras en Túnez
Ameni Fdhili (Fidé) en una de las escenas de entre las Higueras. Fuente: Entre las higueras.
Entre las higueras o cómo desmontar clichés sobre el campo y las jornaleras en Túnez

Ruth de Frutos

6 junio 2023

La película de Sehiri gana el premio del público de la 20º edición del Festival de Cine Africano de Tarifa.

“Las mujeres también colaboraron (…). Lucharon juntos por la libertad” responde Fidé, la protagonista de Entre las higueras (Sous les figues, 2022), a un jornalero que le pregunta insistentemente para que reconozca que los hombres fueron quienes “echaron a los franceses de Túnez”. Como en esta escena, toda la película de la directora Erige Sehiri “quería romper algunos estereotipos clichés sobre el campo y las mujeres trabajadoras o sobre hombres en nuestra región”, según explicó en la inauguración del Festival de Cine Africano de Tarifa.

Sehiri confiesa que este diálogo ni siquiera formaba parte del guión del filme sobre la explotación laboral de las campesinas tunecinas, escrito junto con Ghalay Lacroix y Peggy Hamann. Dado que el elenco estaba formado íntegramente por actores no profesionales, uno de los más mayores se bajó de un árbol en el que recogía higos en pleno rodaje para mostrar su descontento:“No hables así de los hombres. Aún quedan de verdad”, le recriminó a Ameni Fdhili (Fidé), la joven protagonista, cuyo personaje había expresado abiertamente en la escena anterior que los hombres tenían comportamientos incorrectos con las mujeres en su pueblo, Kesra, al noroeste de Túnez, y que algunas compañeras de faena resultaban demasiado permisivas por su afán de casarse.

Amor romántico de sol a sol

El amor es el leitmotiv de la película, que ha recibido reconocimientos en Cannes (Francia), Stuttgart (Alemania), Cartagena (Colombia) o Namur (Bélgica) y, en el FCAT, el Premio TV5Monde del Público al mejor largometraje y una mención especial del Premio ACERCA de la cooperación española. Amor entre amigas, entre compañeras de trabajo, entre hombres y mujeres y también el propio peligro del amor romántico y de las tradiciones heteropatriarcales en entornos rurales.

Cada personaje sufre por amor de forma diferente en este grupo de jornaleros, recogidos religiosamente cada mañana en distintos puntos de la ruta, llevados a un inmenso bosque de higueras para recolectar el preciado fruto y devueltos a su lugar de origen al caer el sol. Un largometraje, localizado en el pueblo natal del padre de Sehiri, a medio camino entre el documental y la ficción, que muestra 24 horas de sus vidas sin circunloquios ni artificios. 

Durante esas horas de trabajo, las campesinas más mayores se lamentan por haber sido condenadas a casarse con maridos que no habían elegido, como Leila, quien interpreta una de las canciones que la abuela y las tías de la directora cantaban cuando era pequeña. Esos momentos de introspección contrastan con la necesidad de este personaje, que se debe al patrón para ganar un extra con el que subsistir, informándole de cómo funcionan las cuadrillas.

Mientras las de mayor edad también comparten los sacrificios de una vida dedicada al campo (dolor en las articulaciones, horarios intempestivos y silencios atronadores), las jóvenes fantasean abiertamente con encontrar marido, recuperar a sus exnovios idolatrados por el paso del tiempo o formar una familia mientras todas recogen incansablemente higos de un campo que parece infinito.

Dos de los protagonistas del filme charlan durante la jornada. Fuente: Entre las higueras.
¿Cuándo recoges los higos?

Precisamente los actores no profesionales; así como la labor de la directora de fotografía Frida Marzouk, con la utilización de la luz natural en la película, y la ubicación de la misma en una ruralidad atemporal, en la que contrasta la visión romántica del intimismo con el dramatismo de la lucha laboral y el machismo que impera en el campo, son los motivos que han llevado a denominar a esta película “la Alcarrás tunecina”.

Con todo, al salir de la proyección en la Iglesia de Santa María de Tarifa, el público está más preocupado por las rutinas del campo que por los paralelismos con la película de Carla Simón que ganó, entre otros, el Oso de Oro de la Berlinale y la Biznaga de Oro a la mejor película en el Festival de Cine de Málaga en 2022.“¿Cuándo recoges tú los higos?”, le pregunta Margarita a Tomasa al salir de la proyección. Ellas viven en Conil, pero Tomasa tiene un terreno en Navarra, por lo que, reconoce, esta película la atraviesa especialmente. “Yo he visto Alcarrás pero esta es diferente. Aborda el derecho a la tierra, pero tiene más que ver con las dificultades de estas mujeres en el campo”, apunta Margarita, sentada en un banco a la sombra de la tarde tarifeña.

Lucha por la tierra

Entre las múltiples tramas de esta película destaca la que se ancla en la lucha por la tierra. Uno de los jornaleros más jóvenes de la cuadrilla vuelve al pueblo del que es oriundo cinco años después de la muerte de sus padres. En su primer día recogiendo el fruto, se encuentra con la realidad de miles de familias en todo el mundo: la expulsión de sus tierras y la falta de derechos. Su tío se enfrenta al huérfano cuando demanda su parte de la herencia y el silencio es la losa más pesada de ese mediodía entre higueras. 

Una de las campesinas espera a que el patrón le de su jornal. Fuente: Entre las higueras.

“Antes muerto que dejar a mi familia sin tierras”, le espeta el anciano, quien ha alquilado precisamente el campo que están trabajando al actual patrón. Un joven que acosa sexualmente a las trabajadoras, las ningunea con el jornal, explota al resto de la cuadrilla y realiza promesas imposibles a uno de los campesinos: pagarle con todas las mujeres que quiera en la ciudad. Explotación sexual y laboral a partes iguales en esa prisión paradisíaca.

Libertad en campos de explotación

“La manera que tienen de recolectar los higos sin poder ver el cielo es algo simbólico, que tiene que ver con lo que siento que está pasando en muchos países: la falta de oportunidades, seguridad, vida, trabajo…”, reconoce Erige Sehiri. “Muchas dificultades donde parece que nada cambia. Y lo único que cambia es la forma de decirlo. De ahí la importancia de los diálogos”, concluye en un vídeo proyectado tras la película.

Las ramas de las higueras conforman una cárcel de la que las campesinas no pueden escapar hasta el final de la jornada, cuando se divierten en su lugar seguro, en su propia tierra de libertad. 

En ese espacio íntimo pueden mostrarse tal y como quieren al mundo, gracias a redes sociales. El gozo del grupo de jóvenes trasciende la pantalla en su camino de vuelta, cuando cantan sin preocuparse del resto de personas que se hacinan en la parte de atrás de la camioneta, de los problemas derivados de la explotación, del paso del tiempo y del empobrecimiento de esta zona rural de Túnez en un contexto de emergencia climática mundial.

Dos de las protagonistas revisan redes sociales durante la pausa. Fuente: Entre las higueras.

Cuestiones que resuenan en Andalucía, una tierra en la que organizaciones y colectivos como Jornaleras en lucha siguen denunciando la explotación laboral y sexual de las trabajadoras del campo, especialmente en la recogida de frutos rojos, y donde el mismo día de la proyección en Tarifa moría una mujer y otras 25 resultaban heridas, tras volcar un autobús en Huelva que transportaba a temporeras marroquíes.

A ambos lados del estrecho

Entre las higueras inauguró la edición de este año del FCAT y el público debatió mucho con la directora tras la película sobre la importancia de las primaveras árabes”, declara Mane Cisneros, directora del certamen que celebra su vigésima edición. 

Inauguración en Tánger, ceremonia de conmemoración de las dos décadas del festival en Tarifa y, por segundo año, actividades en Ceuta. Cisneros hace una mueca antes de comenzar a explicar la situación ceutí: “Lo intentamos el año pasado, pero con el salto decidimos cancelarlo”. Por el salto, la directora se refiere al intento de 10.000 personas de entrar en Ceuta a nado y saltando la valla fronteriza a mediados de 2021.

La reivindicación contra las vulneraciones de los derechos de las personas que migran es otra de las características del certamen. Una manta térmica que se usa para abrigar a las personas que son rescatadas de las pateras, esperaba a Cisneros en el escenario del Teatro Alameda el día de la conmemoración del aniversario del FCAT. La directora explicó que Tarifa siempre ha sido tierra de recepción de personas en movimiento en la gala que tuvo lugar el sábado 29 de abril.

También el recorrido literario Entrelíneas tuvo un recuerdo para el brazo alargado del Centro de Internamiento de Extranjeros de Algeciras en Tarifa, que entre 2006 y 2020 se instaló en la Isla de las Palomas, actual Isla de Tarifa, y que fue duramente criticado por numerosas organizaciones de derechos humanos.

Uno de los actores durante el rodaje del film. Fuente: Entre las higueras.

La denuncia de la explotación laboral y sexual de las trabajadoras del campo o la propia criminalización de las personas en movimiento se funden en un festival que, como la canción de Joan Manuel Serrat a la que aludía Cisneros hablando de Entre las higueras, quiere que “20 años no sean nada, ya que nos queda mucho por hacer”.

Ruth de Frutos

Ruth de Frutos

Periodista e investigadora. Enredo sobre derechos humanos en La Poderío. I Premio de Periodismo Social "Alberto Almansa" en la categoría de periodismo ciudadano por el artículo "Málaga no se vende, se alquila al mejor postor" y finalista del IX Premio Internacional Colombine por "Alicia, Carmen y Pilar en la ciudad de las maravillas (para ellos)", escrito con mi comadre Laura Rueda.

Entradas relacionada

Mamacruz, dueña de la propia vida

Mamacruz, dueña de la propia vida

Mamacruz está hecha de conciencia y transgresión. De amor y sororidad. De una comprensión de la sexualidad como parte de la creación de la identidad humana. De un espacio de libertad sin edad que suelta el corazón, eriza el vello y nos ilumina en la gloria. Digan lo que digan los estrógenos, con la adecuada información, ilusión y pericia, el cielo es nuestro,

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies