El 28 de febrero de 1980 y contra todo pronóstico, los votos afirmativos de las andaluzas y andaluces llenan las urnas del referéndum convocado y consiguen que Andalucía sea una autonomía plena, como la catalana, la vasca y la gallega. Fue el referéndum del 28F.
Tres años antes, el 4 de diciembre de 1977, miles y miles de andaluces, se habla de más de un millón y medio, se tiraron a la calle para reivindicar que su tierra accediera a la autonomía por el artículo 151, una autonomía plena que, de entrada, desde Madrid, se les negaba.
Para hablar de este día y de lo que significa, hemos quedado con Pilar González Modino, senadora y portavoza del grupo parlamentario de la Izquierda Confederal del Senado (Adelante Andalucía, Més per Mallorca, Más Madrid, Compromís, Geroa Bai y Agrupación Socialista Gomera). De 2008 a 2012 fue secretaria general del Partido Andalucista, del que sale para impulsar la organización sociopolítica, Primavera Andaluza. En 2019, siendo concejala en el ayuntamiento de Dos Hermanas por Adelante Andalucía, es designada por el Parlamento de Andalucía como senadora de la actual XIV Legislatura de la Cámara Alta.
Esta andaluza de adopción y extremeña de nacimiento, que llega con 18 años a estudiar a Sevilla decide que “Andalucía era mi lugar en el mundo”. “No era entonces una visión política, nos dice, sino vital. Luego vino la decisión política de convertir el hecho de estar en Andalucía en militancia política en beneficio, o al menos así lo he querido hacer siempre, de la gente de esta tierra que me ha rodeado, cuidado, que me ha hecho sentirme en casa, me ha ofrecido oportunidades para trabajar, para que mis hijas hayan nacido aquí, porque mis hijas sí son andaluzas. Primero fue la vida y después fue la militancia, probablemente” concluye.
¿Cuáles son para tí los rasgos más distintos de Andalucía?
Andalucía es acogida. Andalucía es candela. Candela en el sentido de lumbre que abriga y alumbra. Y esa metáfora es una de las que más me gustan. Tiene que ver con la propia luz que lleva la palabra Andalucía en el nombre, que no solo ilumina, sino que también calienta, conforta cuando las cosas vienen mal dadas, que vienen con frecuencia ¿no?
También tiene que ver probablemente con la hospitalidad y con la propia cultura andaluza, no en el sentido de las Bellas Artes ni de las producciones culturales, sino la forma de vivir, que yo también entiendo que eso es la cultura andaluza y probablemente, el rasgo más definitorio junto con nuestra galería maravillosa de personaje creadores de todas las Bellas Artes posibles. Es lo que construye el tejido, que es la forma de vivir, de relacionarnos, de mezclarnos, de juntarnos, de escucharnos o de ignorarnos cuando no nos interesamos. Esas artes de vivir a mi me parece que son probablemente, uno de los rasgos más definitorios de Andalucía.
Es ese exceso a veces de vitalismo, de poner por delante y en el centro la vida de forma apasionada. A veces desmesurada, digo por decir alguna cosa negativa también, no solo cosas bonitas. Me parece que es uno de los rasgos más definitorios, desde mi punto de vista más interesantes y que hacen Andalucía como lugar y Andalucía como cultura un elemento que en mi vida se ha convertido en central, y que procuro, de alguna forma.
Si la Desbandá hubiera ocurrido a orillas del Cantábrico o en el noroeste español, ¿estaría en los libros de Historia y tratados de la Guerra moderna?
Sin duda. Y yo, con la edad que tengo, que voy a cumplir sesenta este verano, me enteré de lo que fue la Desbanda hace cuatro o cinco años, no más. Cuando empezaron las propias asociaciones de Málaga.
Y me estremece de tal manera que este año, me llevé a los senadores de Baleares por la calle Crucero Baleares de Madrid y también a los senadores de Compromis, porque el crucero Baleares, después de bombardear a la gente en la Desbanda, bombardeó Castellón.
Me los llevé a esa calle y nos hicimos una foto y un vídeo chiquitito, un homenaje modesto a lo que fue la Desbandá. Pero con efecto práctico, vamos a mandar una carta al alcalde de Madrid pidiéndole que en el callejero de Madrid, puesto que no van a retirar el nombre de los asesinos, porque han decidido que es una decisión judicial que no van a recurrir (podrían, porque no es en última instancia), que por lo menos pongan, no una calle, sino una avenida con el nombre de las víctimas, la Desbandá.
Entonces es verdad que si la Desbandá, en vez de ocurrir en Andalucía, hubiera ocurrido en otro lugar del mundo, probablemente habría hasta películas. Todas las muertes son importantes, una sola muerte lo es, pero es que cuantitativamente en la Desbandá no se calcula cuántos miles de muertos hubo, se habla de tres mil y cinco mil victimas como mínimo.
Por eso, con el inmenso respeto a todas y cada una de las víctimas de Guernica bombardeadas por los nazis, que fueron unas doscientas sesenta y tantas, fueron muchísimas más las que murieron en la carretera que va de Málaga a Almería. Aquello fue horroroso, yo creo que fue el genocidio más importante de toda la guerra civil.
Si te digo Andalucía, ¿qué mujeres te vienen a la cabeza ahora mismo?
¡Uy! La primera que se me viene, esto es un topicazo, pero es mi Lola Flores. Ella y María Zambrano, fíjate, que son la cara y la cruz, que no tienen nada que ver la una con la otra.
Bueno, esa es la riqueza de Andalucía
Una es tan racial, iba a decir, pero no tiene nada que ver con la raza, tiene que ver con la vitalidad, no sé, con las raíces, más que con las razas. Y María tan intelectual, tan serena. Una tan pasional y la otra tan serena. Son como las dos caras y las dos me maravillan. Una por artista y la otra por poeta y filósofa. Son dos mujeronas, absolutamente maravillosas.
Eso por imágenes de andaluzas antiguas, aparte de Mariana la mítica, Mariana Pineda que es otra de la que me sirvo, entre comillas, a la hora de hacer discursos políticos porque la vida de Mariana Pineda es una vida y una muerte políticas, nada menos que por bordar una bandera liberal. Yo siempre digo que las mujeres llevamos el valor en el corazón, no en los genitales.
Y luego hay muchas mujeres andaluzas presentes que a mí me parecen maravillosas. Mira, el otro día cuando lo de los Goya, esa María José Llergo tan bonita, vestida de Mediterráneo, porque iba vestida como de sirena venida arriba, con esa voz que enamora. Esa absoluta naturalidad, con esa magia que tiene en la voz, poderosísima. O la propia Rocío Márquez que yo creo que es la más grande de las vivas en este momento. Al igual que Rocío Jurado fue la más grande de todos los tiempos.
Destacaría a las artistas y luego a muchas andaluzas anónimas. Mira, yo voy a una peluquería chiquitita aquí en Dos Hermanas (Sevilla) donde ellas son dos hermanas, una es la peluquera y la otra la esteticien. Aquello es un mujerío maravilloso. Es una peluquería de barrio y ese rato de ir allí, de echar un rato de charla y de risas, es fantástico. Esa especie de gineceo que ahora ya no es privado, no, hoy no es tan íntimo, sino que se convierte en un centro social, si me apuras, o un centro de socialización… Esa gente a mí me parece maravillosa. Son mayoritariamente mujeres las que tienen esas capacidades. Mª José se llama la peluquera y Encarni la esteticien.
Bueno, vámonos al 28F de 1980, al Referéndum donde a Andalucía la obligan a tener el 50 por ciento del censo para que salga aprobado el Estatuto de Autonomía por el articulo 151 de la Constitución, para ser considerada Comunidad Histórica. Puestos así, llegan los andaluces y las andaluzas y votan que a favor algo más de 2.800.000 personas de un censo de 4.430.00. La única provincia que no consigue ese 50 por ciento impuesto es Almería. Más tarde se comprobarían los grandes defectos del censo con el que se tuvo que ir a votar, con gente muerta que aparecía censada y otra mucha que se encontraba fuera de su tierra trabajando.
¿Para ti el 28 de febrero de 1980 qué significado tiene?
Es uno de los momentos culminantes de la política en la edad contemporánea, no sólo en Andalucía sino en el conjunto del Estado. De hecho, el 23 de febrero de 1981 tiene mucho que ver con el 28 de febrero de 1980. Quiero decir, el golpe de estado de Tejero que supuso una involución y un recorte en el Estado de las Autonomías, una de sus causas directas, no digo que sea la única, porque también estaban los militares, la legalización del PC y todo ese tipo de cosas, pero una de sus causas directas tiene que ver con nuestro 28 de febrero.
Yo esto lo discutí mucho cuando estaba en el PA (Partido Andalucista) porque allí había una concepción desde mi punto de vista equivocada, como que el día de Andalucía era el 4 de diciembre y el 28 de febrero era como un día de tristeza y se lo cedían al PSOE. Y a mi aquello me revelaban.
No le resto un ápice a la importancia del 4 de diciembre, nunca lo hago, al contrario. Pero el 28 de febrero es el momento de la legitimidad. El 4 de diciembre es el comienzo de la historia y el 28 de febrero es la consagración que legitima democráticamente el alumbramiento de una nacionalidad histórica. ¡Y me parece que es tan importante!
Primero que pertenece a todo el mundo, no a un partido político. Pero es que, además, si me apuras, es un acto absolutamente andalucista. De una reafirmación andalucista maravillosa, no partidaria. Que no me estoy refiriendo a unas siglas en concreto, sino a un pueblo practicando, ejerciendo como tal, ejerciendo de andaluces y andaluzas
Había que conmemorar el 28 de febrero con la misma pasión probablemente que conmemoramos el 4 de diciembre porque no fue una derrota, todo lo contrario. ¿Tenemos autonomía o no la tenemos? Luego, fue un triunfo abrumador, aunque hubiera que salvar un cúmulo de obstáculos legales.
Obstáculos legales que sólo se los pusieron a Andalucía, no al resto de los territorios del Estado.
A nadie más. Con la Ley Orgánica de Modalidades del Referéndum con la que tuvimos que hacer el referéndum el 28 de febrero en Andalucía, ni Tarragona ni Álava hubieran tenido Estatuto de Autonomía durante la República, porque no hubieran superado la barrera de 50 por ciento del censo.
Que es que no era posible de ninguna manera con aquel censo del año 1980, donde efectivamente, se mezclaban vivos y muertos, personas que eran residentes y personas que estaban en el extranjero o fuera de Andalucía porque eran emigrantes. Era como ponernos un salto con pértiga con la barra lo más alta posible. Ponerlo lo más difícil posible, y aun así, lo hicimos
¿Pero cuál era el empeño del legislador para poner tanta traba a Andalucía para que su Estatuto de Autonomía no entrara por el articulo 151?
Porque España era Andalucía y no a la inversa
A ver, explícame eso.
En el centro del poder, en una democracia todavía muy fresquita, muy tierna, si me apuras, en una situación de un Gobierno con muchos conflictos no solo económicos, sino también con una banda terrorista, dificultades económicas, etc., las concesiones tanto al País Vasco como a Cataluña, yo creo que son concesiones para reconciliar lo que ya era la monarquía constitucional con otros periodos anteriores de nuestra historia, antes de la dictadura, quiero decir.
La Generalitat de Catalunya era una institución republicana. El hecho de reconocer que Cataluña iba a tener autonomía iba a tener su propio gobierno, era una manera de atraer a Cataluña a esta nueva etapa histórica. El hecho de poner en la Constitución el reconocimiento de los Fueros del País Vasco y de Navarra, no era más que el evitar el carlismo de nuevo, atraer a vascos y a navarros.
Y eso me parece respetable, yo eso no lo discuto. Lo que me enerva es que desconsideraran a Andalucía, que la ningunearan, obviaran, anularan. Creo que en Galicia, si me apuras, era simplemente la concesión a la saudade y a la lengua de Rosalía, que me parece una maravilla, o sea que no había razones políticas de fondo.Si la cosa hubiera ido de ricos y pobres, Galicia tampoco hubiera tenido autonomía de entrada. Y luego estaba el resto era España. Por eso te decía que, desde Madrid, se pensaba que Andalucía era España.
En mi toma de posesión, esto fue una sensación que experimenté casi en mi piel. El día de 3 de diciembre de 2019, estábamos allí todos en aquel salón de plenos histórico, donde Fernando VII juró la Constitución, y nos iban llamando. Delante de mí tomaron posesión los senadores de Esquerra Republicana que son 15 y todos hicieron su discurso en catalán, hablando de la República catalana, de la libertad de los presos…y ‘Sí, prometo’. Y nadie les hecho cuentas, nadie dijo nada. También algunos senadores vascos hicieron su promesa en euskera, y ahora, voy yo y digo “Sea por Andalucía libre” y me abuchean. Mira, fue una sensación… Yo no me lo esperaba. Me abucheó básicamente la bancada del PP.
¿Pero por qué te abuchearon?
Yo ya sabía lo que iba a decir. En un principio pensé que iba a decir ‘Viva Andalucía libre’, pero luego pensé que esa era una frase que identifica a los andalucistas, nada más. Pero ‘Sea por Andalucía Libre’, esa es una frase del himno de Andalucía, que es una ley que emana del Parlamento que me manda a mí aquí, al Senado. Es decir, estoy citando una ley de Andalucía.
Me había aclarado la voz y todo porque estas cosas te ponen un poquito nerviosa. Y entonces me pregunta la Presidenta del Senado y yo le digo: “Sea por Andalucía libre. Sí, prometo”, y veo cómo empiezan a gesticular y hacer ruido, como que con eso no contaban. Contaban con que los catalanes hubieran prometido por la republica y por lo que les hubiera dado la gana, que los vascos hubieran hecho lo mismo, pero que alguien llegara y dijera ‘Sea por Andalucía libre’ lo entendieron como, no sé cómo… Pero ¿ésta quién es? ¡Pero si Andalucía es nuestra!
Y claro, cuando vuelvo a mi sitio, estamos al lado de los senadores de Esquerra, me dicen: a nosotros no nos han abucheado y a ti sí. Y les dije, es que a vosotros os respetan y a nosotros no.
Tu es que los sorprendiste
Pues que me hubieran aplaudido (risas) pero no que me hubieran abucheado. Porque yo iba absolutamente en son de paz. Pero no iba a renunciar ni un ápice, desde el primer día, a lo que tenía que hacer allí.
Yo creo que esto mismo es lo que pasó con el 28 de febrero. Nadie de los poderes políticos, económicos, sociales, militares, sindicales… nadie esperaba que aquí hubiera un pueblo que decidiera ser como los demás. Creo que entre el asombro y la reacción que causaron esos resultados, pues el acuerdo fue del bipartidismo de entonces, que era de la UCD y el PSOE, pusieron todas las trabas posibles en forma de ley. Hay una Ley Orgánica que sólo ha estado en vigor un día de nuestra historia.
¿Cuál?
La Ley Orgánica de Modalidades del Referéndum que se hizo para el 28 de febrero de 1980. Nunca más se ha utilizado esta ley. Sólo se utilizó para el referéndum andaluz. Una ley orgánica nada más y nada menos.
Estos hechos son prueba de que lo que se quería era una Andalucía atada y bien atada, ¿no?
Creo que había una decisión ejecutiva de que en Andalucía hubiera una descentralización administrativa, lo que ellos entendían por autonomía. Que era un híbrido que no está ni siquiera bien definido en la Constitución. De hecho, la Constitución se vota en el 1978 pero ya en el 1977 tuvo lugar nuestro 4 de diciembre. O sea, ya había un pueblo en la calle pidiendo autonomía con lo cual, el mismo día que entra en vigor la Constitución ya había quedado antigua. El título octavo ya había quedado antiguo el mismo día del 6 de diciembre de 1978.
Entonces, había toda una decisión. Se tomaron su tiempo. Hicieron sus esfuerzos todos para que nos hubiéramos quedado con unas delegaciones de sanidad… administrar desde Andalucía los hospitales, los médicos, pagar las nóminas a los maestros… Ese tipo de cosas. No pretendían que hubiera un parlamento en Andalucía y que hubiera legisladoras y legisladores en Andalucía.
Esa irrupción, primero los sorprende y luego hacen todo lo posible por negarla, por evitar que ocurra. Ya te digo, hasta la Ley Orgánica del Referéndum que, al quedar Almería descolgada, hubo que resolver después en las Cortes y se resolvió de forma política.
Entonces, ya en 1979, había el único grupo andalucista que ha habido nunca en la Cortes Españolas, el de los cinco diputados del PSA, coincidiendo con la moción de confianza que se plantea Suarez, después de la moción de censura que le había planteado Felipe González. En ese momento el grupo Andalucista le da su apoyo a Suarez a cambio de desbloquear el 28 de febrero. Así, PSOE, Partido Comunista, UCD y PSA, firman un documento, del que yo conservo todavía por ahí alguna fotografía, que dice que, “con acuerdo de las Cortes Generales se declara sustituida la Iniciativa Autonómica por Almería en función del Título Octavo», una cosa así viene a decir.
¿Qué destacarías de lo conseguido y de lo que, a estas alturas, nos queda pendiente desde ese 28F de 1980?
Lo que no tenemos es poder. Me resulta más fácil decirte lo que no tenemos que lo que hemos conseguido, que han sido bastantes cosas. No soy una negacionista ni catastrofista. Es verdad que vivimos en mejores condiciones que vivieron nuestras abuelas en Andalucía, pero también es verdad que la brecha que nos separa de los demás siempre es la misma. No se ha acortado nunca. Cualquier indicador que mires lo demuestra.
Las pensiones en Andalucía son entre el 10% y el 15% más bajas que la media del conjunto del Estado. Los salarios en Andalucía son entre el 15% y el 20% más bajos que la media del conjunto del Estado. El paro es entre 10 % y 15% más alto. En estos 40 años, en cualquier indicador que mires, siempre hay una brecha que nos separa de la media del conjunto del Estado, en lo social, en lo económico, en los servicios públicos, en la renta per cápita…
Pero también es verdad que tenemos una sanidad, mejor dicho, teníamos una sanidad pública, que era la joya de la corona y ahora está hecha unos zorros, por una gestión absolutamente nefasta, desde mi punto de vista, de los últimos gobiernos socialistas y que continúa en ese sentido con el Partido Popular.
Pero es verdad que tenemos una sanidad pública y que no hay casi nadie analfabeto en Andalucía a estas alturas, cuando en 1980 había 2 millones de analfabetos. Esto lo sé porque me lo dijo además un socialista, Manuel Gracia, primer consejero de Educación del gobierno de Escuredo, que me dijo: Pilar, cuando yo fui consejero de Educación había en Andalucía dos millones de analfabetos adultos y teníamos entonces 17 maestros para alfabetizar a esos dos millones de personas. Para eso era la deuda histórica, para equiparar los servicios públicos a las necesidades de la población.
Hemos conseguido muchas cosas, pero nos falta poder. Nos falta ese plus de autoestima que hace que no se nos ningunee, que no se nos considere. Que nadie piense que aquí lo tienen todo ganado y que sólo tienen que venir de vez en cuando a hacer campaña y prometer algunas cosas. Que haciendo algunas gracietas ya van a tener el apoyo de las andaluzas y de los andaluces.
Yo creo que nos hace falta tomarnos en serio como pueblo que somos y tomar la decisión de ejercer de andaluces y reclamar equidad. Los que no son iguales no pueden ser tratados de manera igual. Quien más necesita es a quien más hay que apoyar, donde más hay que invertir y donde hay que hacer reformas estructurales. Yo creo que ese planteamiento, que es esencialmente político, nos falta todavía.
Con todas las aventuras y desventuras que tuvo el andalucismo del Partido Andalucista, en todas aquellas desventuras acabaron sin ser capaces de concienciar al pueblo andaluz de esta necesidad. Bueno, pues habrá que intentarlo una vez más.
¿Cuál es tu deseo para Andalucía en este 28 de febrero?
Salud y fraternidad y una mijita de esperanza, sobre todo para la gente más joven. Pero esperanzas materiales, no solo ilusiones.
El artículo 5 de la Ley 3/1982 dice sobre el Himno de Andalucía:
Andalucía tiene himno propio. Se declara como música del mismo la creada por el genio popular andaluz, anotado por el padre de la patria andaluza, Blas Infante, quien compuso su letra y armonizada por José Castillo y Díaz.
La bandera blanca y verde
vuelve, tras siglos de guerra,
a decir paz y esperanza,
bajo el sol de nuestra tierra.
¡Andaluces, levantaos!
¡Pedid tierra y libertad!
¡Sea por Andalucía libre,
España y la humanidad!
Los andaluces queremos
volver a ser lo que fuimos
hombres de luz, que a los hombres,
alma de hombres les dimos.
¡Andaluces, levantaos!
¡Pedid tierra y libertad!
¡Sea por Andalucía libre,
España y la humanidad!
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