La trata de personas convive con nosotras bajo un manto de invisibilidad, es una de las más graves consecuencias del modelo migratorio actual. De ella, la forma más común es la explotación sexual, donde el 92% de las víctimas registradas son mujeres y niñas y el 75 % de los perpetradores son hombres.
La explotación sexual sigue siendo el objetivo más común de las víctimas de trata registradas y son las mujeres y niñas las que representan la gran mayoría de víctimas, habiéndose producido una disminución de las víctimas adultas y un aumento importante de las menores (Plan Integral contra la Trata 2015/2018). Según el informe post pandémico de Naciones Unidas, se ha producido un aumento en la trata de personas con fines de explotación sexual, así como se ha dado un incremento también de mujeres víctimas de trata laboral, destinadas al trabajo doméstico, de cuidados y sector de la limpieza.
Por países, España se sitúa a la cabeza de Europa en consumo de prostitución y el tercero a nivel mundial (Naciones Unidas, 2019) y Andalucía es la comunidad española donde hay más mujeres y niñas identificadas como víctimas de trata. En 2018 se registraron en Andalucía 41 víctimas de trata por explotación sexual, situándose a la cabeza a nivel nacional. Dos años más tarde, en 2020, el número se incrementa a 67 víctimas (CITCO-Ministerio del Interior), manteniendo esa primera posición, en esta ocasión acompañada de la Región de Murcia. En cuanto a los detenidos por estos delitos de trata en su mayoría fueron españoles, seguidos a cierta distancia por nacionales de Rumanía y Colombia, principalmente.
Ante estos datos y el desconocimiento que la sociedad tiene sobre ello, Habiba Hadjab Boudiaf, experta en género y migraciones, entiende que es preciso romper el silencio y es urgente formar e informar a la gente, a la juventud, sobre todo, sobre lo que supone la lacra de la trata, un proceso esclavizador que se da en el siglo XXI en nuestras ciudades y pueblos, al lado de nuestras casas.
Cuatro historias, cuatro vidas
De todo ello, hablamos con Habiba Hadjab, cogiendo como guía de esta entrevista el libro que acaba de publicar en la Editorial SG “Trata de seres HumanAs e infancia. Cuatro historias, cuatro vidas”, en el que cuatro niñas nigerianas, Peace, Fever, Mercy y Faith, cuentan sus historias de vida, desde que salen de su país hasta que llegan a Andalucía.
Habiba es mediadora intercultural e integrante del Instituto de Migraciones de la Universidad de Granada, y participa en el proyecto europeo UNCHAINED sobre la interrupción de las redes de trata con enfoque de seguimiento del dinero.
¿Qué ha supuesto para ti este último libro que acabas de publicar?
Creo que se lo debo a estas niñas. Mi camino con las niñas, sobre todo con las niñas nigerianas, ha sido un camino lento. Muy lento. Porque claro, el tiempo no lo marco yo, lo marcan ellas.
Llevo desde 2008 intentando entender la feminización de la migración infantil. Ese año fue un hito, pues marca la llegada de las niñas. Es cuando empiezan a llegar niñas subsaharianas. Entonces yo me preguntaba, ¿cómo es posible que una niña sola pueda hacer este viaje? Si aquí llegan con unos 15 años y llevan 2 años viajando como media, esto supone que con 13 años vienen cruzando toda África.
No estamos hablando solamente de un sistema patriarcal, es un sistema falocrático, donde no existe el hecho de ser niña o mujer, son simples vaginas con dos patas. Y perdóname si hablo con tanta crudeza, pero es proporcional a la dureza de las historias que viven estas niñas. En ese tiempo empecé a preguntarme sobre la llegada de estas niñas hasta que, con todas las investigaciones y las entrevistas que les hice, vi que realmente venían todas del mismo sitio y que ahí había un mercado que nosotros aquí, en Europa, desconocemos.
Llama la atención cómo sus historias, las historias que nos narran estas cuatro niñas, son siempre las mismas, pasan por los mismos caminos de violencia y sufrimiento.
Al principio ha habido mucha lucha porque ellas tienen una fase de síndrome de Estocolmo. Quieren volver con su red, porque es lo único que conocen. Creen que las entienden. Y claro, yo soy una mujer extranjera. Me acuerdo antes del confinamiento, que una chica fue rescatada por la policía nacional de Málaga. La niña con una delgadez tremenda me besaba la mano y me decía que quería volver con su red. Me acuerdo que tenía sus trenzas de lana.
Al principio me cogió un gran odio, pero poco a poco hubo una aceptación. Un mes antes de cumplir los 18 años me pidió una entrevista y fui a verla y me pidió perdón. Me dijo que después de la calle -ella no estaba en prostíbulo, estaba en la calle- que pensaba que no había otra vida más para ella. Y le dije: no me pidas perdón, yo te doy las gracias por haber sido fuerte.
¿Cómo empiezas a escribir este libro?
Para escribir estas historias yo tuve que estar autorizada, entre comillas, por ellas, para poder entrar en su sistema de valores. Debí tener toda la paciencia del mundo, para introducirme y entender cómo funcionan. A cada niña que viene yo siempre le doy la bienvenida y la enhorabuena por haber logrado llegar hasta aquí, porque estas niñas son supervivientes. Con toda esta experiencia he creado un protocolo aquí en Granada que se llama Ave Fenix, porque ellas son como el ave fénix, renacen de sus cenizas.
Sin embargo, la imagen de estas niñas, de las mujeres que sufren la esclavitud de las redes de trata, nos llega cargada de estereotipos a través de los medios.
Cuando hablamos con mujeres que vienen del Sur o de otras partes del mundo, parece que nosotras estamos por encima de ellas, y con ello realmente lo que hacemos es reproducir lo que hace el patriarcado. Entonces, ¿dónde está la sororidad? ¿es falso? Yo quiero pararme en esto, porque ellas son nuestras compañeras. Incluso yo como persona, como agente social, quién soy yo para para enseñarles a ellas sin permitir que ellas me aporten y me cuenten, me enseñen.
Sus relatos son impactantes. Cómo niñas de 13, 14 años pueden enfrentarse a todo ese angustioso trayecto de violencias mantenidas. Por ejemplo, el caso de Fever, arrojada por su madre al vertedero al nacer y rescatada por su abuela con la que se cría.
¿Sabes? Yo no quise darles a estas historias una forma literaria porque no quería edulcorar los testimonios. Esta niña de la que hablas, Fever, cuando llegó en 2012 era una de los pocos supervivientes de una patera. Y fíjate, casi todos estaban muertos y ella, estando ahí, en el puerto de Motril, empezó a reflexionar y dijo: “tengo que recoger los enseres de esa gente y buscar quiénes son porque la gente tiene que saber qué les ha pasado”.
Pues esta niña, siendo menor de edad, no quiso hablar cuando llegó al Centro. Yo incluso he tenido con ella una relación un poquito complicada. Ella llegó embarazada y quiso abortar y yo la acompañe. Cuando entré en la sala, ella me cogió la mano y me dijo: Habiba por favor, no tengo madre, quédate conmigo.
Entonces estuvimos hablando un poquito y, a pesar de que ella nunca quiso hablar de su historia, le dije: cuando tú estés preparada, si quieres, y con un enfoque terapéutico, me dices si quieres que yo escriba tu historia. El día que cumplió los 18 años vino a verme y me dijo: ahora estoy preparada. Quiero que la gente sepa lo que nos está pasando. Y yo le contesté: pues la gente lo va a saber con vuestras palabras, lo vamos a hacer.
Dices que “en la progresiva infantilización de las migraciones no es de extrañar que durante 2018 se haya producido una feminización”.
La Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, UNODC, cada año saca un informe. El último que he leído hace poco es demoledor. En él se dice que, dentro de la trata de seres humanos con fines de explotación sexual, el 72% son niñas. Vamos a más. Fíjate, en 2018 en el mundo había 152 millones de niños víctimas de explotación laboral, sexual y tráfico de órganos.
En 2018, en el corazón de Europa han desaparecido 18.000 niños. Lo dice la asociación de periodistas belga, que han desaparecido en Europa, niños migrantes. Entonces se dice que puede haber duplicidad de expedientes, por el tema de las huellas, otros dicen que no, que es que están con la familia. Pero, oye, que el tráfico de órganos es muy activo, incluso en Europa y también existe esclavitud. Es como el tema de la mutilación genital femenina, la gente piensa que solo pasa en África, pero también pasa en Europa, en Canadá, en Estados Unidos…. Existe la mutilación y también la trata.
Por ejemplo, en Camerún hay un tipo de trata muy desconocido que son las llamadas “niñas planchadas” que cuando llegan a la pubertad y le empiezan a salir los pechos se las venda para que no se vea mucho su feminidad. A estas niñas se las emplea exclusivamente como empleadas de hogar. Hay muchas familias procedentes de Camerún que viven en Francia, que piden a estas niñas planchadas, niñas que hacen el camino utilizando los mismos medios que los chicos, pero ellas vienen con otro fin, el de la esclavitud laboral.
Esto responde a otros de los datos que se han incrementado, la trata de seres humanos con fines de explotación laboral.
Claro, y eso pasa en Europa. En París hay mucho. Pero la prensa no habla de las niñas planchadas cuando se habla de trata de seres humanos. Pero ¿qué es la trata si no es esclavitud? La primera definición oficial de esclavitud la encontramos en la ONU el 25 de septiembre de 1926, y se define como “la acción de vender a una persona”. Y la trata ¿qué es? La acción también de vender a una persona. En Europa hay muchos tratados ratificados, pero parece que no queremos saber nuestra debilidad y decir que sí, que existe esclavitud en el corazón de Europa. ¿Por qué España es el primer país en consumo de prostitución?
¿Por qué?
Porque hay demanda y como hay demanda se necesita a mujeres y niñas. Lo que pasa es que ahora se demandan niñas. Se prefiere a las niñas claramente. Incluso en los campamentos organizados por Naciones Unidas hay mujeres y sobre todo niñas, que están sometidas a explotación sexual. En Turquía, en Libia, en Haití después del terremoto… Médicos del Mundo ha denunciado casos de niñas de 5 años que han sido sometidas a abusos sexuales, por lo tanto, trata, por un vaso de agua.
Estamos hablando de un porcentaje altísimo de mujeres en los casos de trata de seres humanos, entendida como violencia hacia las mujeres.
Sí, pero cuando tú ves que aquí se dice que no hay que hablar de violencia de género que hay que hablar de violencia intrafamiliar, entonces te digo que todo es hipocresía y farsa. La trata, la prostitución es violencia de género, es clarísimo.
¿Pero sabes cuál es el problema mayor que veo? Que sí, que se está haciendo muchísimo esfuerzo. Pero también soy consciente de que hay que hablar también de cómo se lleva al terreno. Si a una mujer nacional le cuesta denunciar estos hechos y cuesta planificar una estrategia de intervención, pues imagínate una mujer extranjera y encima con el “crimen” de ser extranjera.
Dices que en 2008 empiezan a llegar a los puertos andaluces niñas solas desde el continente africano. Llama la atención que este hecho no sorprenda, no active una alarma.
Eso es, no sorprende. ¿Sabes por qué? Porque llevamos más de 20 años con la llegada de los mal llamados MENA, acrónimo de menores no acompañados, nombre que no tiene sentido porque en realidad son menores mal acompañados. Sobre todo, en el caso de las niñas, aunque te diga ella que ha llegado sola, no es verdad. Siempre hay alguien, un poder oculto, detrás.
Con la migración infantil, hemos hecho el esquema y trabajamos como robot. Pero incluso en los casos de los niños no nos paramos a pensar que pueda haber traumas detrás. No es normal que un niño preadolescente abandone su familia para llegar a otro país totalmente desconocido, aunque sea el mito del ‘dorado europeo’. No es normal que los padres lo consientan. Pero lo que hemos hecho de esta anomalía es normalizarla.
Yo lo que veo es que no ha habido nunca una mesa real para estudiar el por qué y las causas. Con la llegada en 2008 de niñas, se fugaban casi todas. Se marchaban. Para mí ha sido aterrador.
¿Las niñas se fugaban de los centros de acogida?
Sí, porque es un centro con sus normas, un centro que funciona muy bien, pero claro, no son centros de retención. Entonces claro, son niñas captadas por redes y empezaron a desaparecer, yo empecé a decir que algo estamos haciendo mal. Vamos a intentar estudiar qué está pasando, vamos a ver lo que hay. Me acuerdo de una entrevista con una niña que estaba embarazada y le dije: vamos a hablar, yo también soy africana como tú. Intenté entrar en su sistema de valores y así me empezó a hablar de trata.
Tú hablas de la importancia de la interdisciplinariedad a la hora de trabajar con estas niñas ¿se está haciendo?
Poco a poco. Estoy rodeada de gente que tienen ganas de cambiar las cosas y lo bueno es que hemos creado una cadena humana. Yo lo digo con muchísimo cariño, porque he visto una evolución en ese sentido, con Guardia Civil y Policía Nacional. Cuando tuve que hacer entrevistas con enfoque con el tema de trata, llamé a la Policía Nacional y vino una inspectora de policía, la fiscalía…
He visto, de verdad, que se ha creado una red muy buena. Pero ¿cuál es el problema? Que todavía no se ha protocolizado como debería de ser. De momento somos un grupo reducido que quiere cambiar las cosas. Hay muchos cursos de formación, mucho altruismo, muchísimo. Es muy importante rodearse de gente que realmente sepa de Trata de seres Humanos y es muy importante la formación.
Sin duda es importante esa interdisciplinariedad que dices, que permite distintos enfoques para abordar el problema, sobre todo en Andalucía, puerta de entrada de estas niñas.
Te voy a dar una noticia que no deja de ser un triste ranking. Te he dicho antes que España es el primer país de Europa en consumo de prostitución, tercero a nivel mundial, según datos de Naciones Unidas. Pero la comunidad donde hay más mujeres y niñas identificadas como víctima de trata es Andalucía. Claro, es una puerta de entrada con un litoral enorme, por eso tenemos que reflexionar. Cuando hablo de ello la gente, incluso adolescentes, me preguntan ¿pero eso pasa aquí? “Pero si pasa al lado de tu casa”, les digo.
Ahora la nueva Ley Integral contra la Trata está al caer. No sé cómo será, pero hay que decir que la Ley de Infancia a nivel mundial es un hito. Andalucía ha sido la primera comunidad en adaptar la Ley de Infancia al nuevo paradigma social. Pero los datos son aterradores, el sistema neoliberal produce zonas de conflicto, donde las principales víctimas son las mujeres y niñas. Aun así, hay países que han ratificado la convención de los Derechos del Niño y están haciendo esfuerzos, y uno de estos países es España.
¿Cómo se percibe el tema de la trata en la población española, andaluza?
Yo me estoy hartando de hacer charlas y cuando hablo de ello la gente, incluso adolescentes, me pregunta ¿pero eso pasa aquí? “Pero si pasa al lado de tu casa”, les digo. La Policía Nacional y la Guardia Civil tienen hasta un hashtag, tiene un número donde puedes llamar gratuitamente y de forma anónima.
En 2018 hubo una llamada de una vecina de aquí al lado de donde estamos ahora hablando, (centro de la ciudad de Granada) en la que alertaba que estaba viendo cosas raras. Gracias a esa llamada se pudo detectar una red de trata. ¿Qué pasa aquí entonces? Que todo esto no es una película de ficción.
Hablemos de cómo se financian estas redes de trata y de la tecnología que emplean.
Es muy complicado y, sobre todo en el caso de Nigeria, fíjate que utilizan dos sistemas. Uno totalmente rudimentario complementado con otro totalmente sofisticado. El primero es el sistema llamado hawala, sistema de pago informal que se basa en un contrato verbal entre dos personas, de países distintos.Es un contrato moral.
Pero además lo completan con sistemas sofisticados, como la Deep Web, internet profunda. Así con todo esto si yo quiero una niña, pues la tengo, no deja de ser como comprar una pizza. Quiero cinco mil kaláshnikov, pues mira, mañana los tiene. Quieres una niña, pues la tienes.
Pero todo el entramado económico que sustenta a estas redes tiene un trasfondo de muy difícil acceso.
Sí, el trasfondo es muy importante. Las redes nigerianas no nacen en los suburbios de Nigeria, nacen generalmente en los campus universitarios, donde cada grupo o comunidad cuenta con sus propios capos, y proceden de gente muy rica. No hay que olvidar que los cinco pastores evangélicos más ricos del mundo están en Nigeria.
Estas congregaciones o grupos son internacionales, aunque la cabeza esté allí en Nigeria. Es un país que mueve muchísimo dinero, pese al empobrecimiento de su población. Es muy importante saber cómo se financian estas redes y cómo operan. Ahora, cuando alguien quiere una niña da igual donde esté que la tiene. En los campamentos en Marruecos, en Libia, en Italia, hay muchísimas niñas preparadas para ejercer la trata con fines de explotación sexual aquí en Europa.
Dentro de la trata con fines sexuales con niñas, qué es lo más importante a la hora de trabajar con ellas?
Las entrevistas que les hacemos son vitales, pues Andalucía es el punto de partida. El enfoque de género es fundamental y sobre todo la formación, la información y la sensibilización para que la ciudadanía sepa qué está pasando.
La formación tiene que llegar a todos los sitios, también a los institutos, porque es muy importante también que las chicas y chicos sepan por qué están aquí estas chicas que van a la escuela como ellos. Que no es para robarles. Que seguramente están aquí porque tal vez haya alguien en su familia o entre tus conocidos -esto puede resultar duro, pero es así- que necesita ver a estas niñas desnudas en una habitación. Hay que romper estos esquemas, formar y hablar de la trata como un proceso esclavizador
Llama la atención la invisibilidad de la trata de niñas y mujeres con fines sexuales en nuestra sociedad.
Una parte de la responsabilidad de esa invisibilidad la tienen los medios de comunicación. Existe el concepto de sugar dady, muchos de ellos futbolistas o personajes de programas televisivos como Sálvame Deluxe. Personas, normalmente hombres, de una cierta edad con mucho dinero que buscan chicas jóvenes. Por eso esta gente que está a favor de la prostitución dice: es que hay muchas mujeres que quieren ser prostituidas. No, perdona, eso no es así, si aceptas eso estás aceptando que mañana la orientadora escolar te diga, es que tu niña quiere ser prostituta.
¿Qué porcentaje de la prostitución de nuestro país procede de la trata?
Antes del confinamiento los datos que se estaban dando eran que en torno a un 5% son personas que ejercen la prostitución de forma consentida. Casi todas, de un 90% para arriba, ejercen la prostitución porque se encuentran en situación vulnerable.
Yo estoy en contra de la prostitución, pero también soy consciente que tú no puedes sacar a una persona de esta situación si no le ofreces una alternativa. Estamos hablando normalmente de mujeres que tienen una carga familiar. Entonces, tú tienes que ofrecer algo. No puedes llegar y decir, te saco de la prostitución, pero yo no hago nada. Así, seguro que al día siguiente vuelve a la calle.
¿Esto pasa con las niñas cuando cumplen 18 años y salen del sistema de protección?
No. Y te digo más, hay un esfuerzo de la administración pública. Ahora mismo conocemos qué es la trata. Se está protocolizando el tema de la trata de menores. Cuando estas niñas llegan a la mayoría de edad, cuentan con pisos, como extuteladas. Antes no había tantas plazas, aunque sí unos recursos específicos, y ahora tenemos bastantes plazas, también para niños. Se está haciendo un esfuerzo considerable.
¿Qué suponen los ataques a menores migrantes, protagonizados por la extrema derecha?
El punto de partida es la Constitución Española que es clara y es garantista con las personas vulnerables, sobre todo con los menores, independientemente de la Ley de Infancia a nivel nacional y andaluz. Por lo tanto, si un partido político está en contra de personas vulnerables como son los menores, para mí este partido es anticonstitucional y se debe ilegalizar porque no está respetando la Constitución. La presencia de Rocío Monasterio frente a un centro de menores y con todo lo que vomitó, esta mujer debería haber sido esposada.
Pero nunca se habla de las cosas buenas que hacen estos menores. No se habla de su integración sociolaboral, no se habla de su comportamiento ejemplar durante el confinamiento. Lo que se proyecta siempre en los medios son imágenes de menores que roban y no importa cuando las imágenes son falsas o las informaciones están manipuladas.
Estos discursos de odio han hecho mucho daño, porque Vox, como no tiene programa, tiene que buscar amenazas para nuestra sociedad y busca a las personas más débiles, que son los menores extranjeros. Claro que han hecho mucho daño.
¿Qué le pediría a profesionales y ciudadanía para atajar esta lacra que esclaviza a niñas y mujeres?
Trabajar desde la interdisciplinariedad, aportando los distintos enfoques profesionales de la gente que trabaja en estos temas. Como profesional y como persona aporto desde las ciencias sociales, pero también lo hacen la médico, la policía, la guardia civil…
Y los medios de comunicación, que nos ayuden por favor, que no son criminales, que den otros enfoques. Y que la ciudadanía nos escuche, que no escuchen solo los discursos populistas que seducen a través del odio. Y muy importante también, la colaboración de la ciudadanía. Que, si ven situaciones de trata, o situaciones extrañas que puedan llevar a descubrir estos hechos, que lo comuniquen a la Policía Nacional o a la Guardia Civil.
*Teléfono de Policía Nacional para casos de trata de personas. Teléfono gratuito y anónimo: 900105090. Y también por correo electrónico: trata@policia.es
**El Protocolo de Naciones Unidas para Prevenir, Suprimir y Castigar la Trata de Personas, conocido como Protocolo de Palermo, define la trata de personas como: “La captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de personas, recurriendo a la amenaza o al uso de la fuerza u otras formas de coacción, al rapto, al fraude, al engaño, al abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad, o a la concesión o recepción de pagos o beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra”. El fin es someter a estas personas a la explotación (sexual, laboral, a la mendicidad, al tráfico de órganos, al matrimonio forzado o a cometer actividades delictivas), sin su consentimiento o estando éste viciado y obtener rédito económico por ello.
Fantástico articulo, muy interesante y con datos inimaginables. Te deja mucho en que pensar. Me encantó.
Magnífica entrevista de Lola Fernández Palenzula a Habiba Hadjab. Me horroriza, me conmueve y me exaspera pensar que esto pasa, que tenemos conocimiento, que se trate a las niñas como delincuentes, cuando son víctimas, y las más vulnerables, y ante este horror seamos una sociedad ciega, muda y sorda