El 25 de noviembre se estrena el single Autodefensa feminista de la cantautora Morti Jaleo. Una canción experimental y progresiva que tiene rap, punk, flamenco y mucho del poder colectivo y de transformación del feminismo.
“Esta niña es un jaleo” y por “Jaleo” se queó. Así nacen los nombres artísticos, de lo cotidiano, de las genealogías, de las formas de llamar cariñosas, tal es el caso de Marta Bruno, 29 años, a la que desde pequeñica la llamaban “Morti” y un amigo le añadió lo de Jaleo. Nacida en ese otro Sur que es Murcia, en concreto en la ciudad de Cartagena, después de un periplo por dos Nortes muy distintos, el de Galicia y el de Cataluña, le faltaba “el arranque ese que tenemos la gente del Sur”, y vino a dar a este otro Sur, cálido, de acogida, que es Andalucía, primero en Granada y después en Sevilla.
El dolor, lo errante, el destierro
En todo ese tiempo, música y militancia, militancia y música, siempre como hilo conductor. Primero el punk y, poco a poco, el flamenco. “El flamenco me ha gustado siempre un montón, aunque no me he atrevido a hacerlo”, confiesa. Mucho estudio y mucho respeto ha sido su forma de apropiárselo, de coger lo universal y personalizarlo: “Hace unos años que estoy investigando y cuando hablo de flamenco lo hago con mucha cautela porque no existen verdades afianzadas, sino más bien perspectivas, maneras de mirar, como con cualquier realidad que no es oficial, porque no había ningún cronista que registrara cuando la soleá pasa a ser un palo madre del flamenco”.
Ella ha tardado mucho en atreverse “a usar el flamenco como herramienta para transmitir, para decir lo que quiero decir como artista”, pero al fin se ha atrevido. Aunque antes ha tenido que escuchar y mucho, leer mucho, “beberlo de gente flamenca” y asistir a cuanta juerga flamenca se le ha puesto por delante “con la libreta escribiendo las letrillas que más me gustaban”. Se ha cuestionado la legitimidad que tiene para hacerlo, pero sabe que lo importante es “rendir homenaje a esos códigos que son inamovibles”, “tú puedes fusionar, pero siempre tienes que hacerlo siguiendo los códigos del flamenco que no sabría enumerarlos, pero al mismo tiempo cualquier flamenco o flamenca, sabe de lo que estamos hablando”.
“Teniendo presente los orígenes, la realidad de la que viene: el dolor, lo errante, el campesinado que se queda sin tierra, el destierro; teniendo eso presente, creo que es legítimo hacer flamenco”, reflexiona. Morti Jaleo fija las bases del flamenco en la India y en los cantos del Corán y considera que es el pueblo gitano “el que protege y mantiene esos códigos del flamenco para traerlos hasta la actualidad”. Para esta cantautora, el flamenco nace “en la transición cuando acaba Al-Andalus y comienza el mundo cristiano y toda la represión que se vive en ese momento”. Por ello, defiende que es una música “esencialmente subversiva y absolutamente mestiza”.
Autodefensa feminista
El próximo 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, presenta el single Autodefensa feminista que inaugura su primer album, Algarabía, que verá la luz esta primavera. Autodefensa feminista nace de la rabia que sentimos todas cuando un tribunal nos dijo que hubo abuso sexual continuado, pero no violación en el caso de La Manada.
En un autobús, camino a Alicante, Morti Jaleo transformó esa rabia en un rap al que al meter música en seguida el flamenco llegó como algo natural. ¿Y por qué el flamenco para este tema? “Me parece una forma de expresar contundente y empoderante”. En el resultado final, el rap se entremezcla con el punk y dos palos flamencos: el tango y la bulería. La cantaora Graci Rodríguez y el guitarrista Japi de Marchena han sido los asesores flamencos de Morti Jaleo y aparecen en este single en el que suenan batería, cajón, bajo, guitarra flamenca, violín y un coro de voces.
“En cuanto a la letra es una letra agresiva, es una letra escrita sin pelos en la lengua, con lenguaje explícito, que creo que hace mucha falta hoy en día”, nos cuenta. Una canción escrita con la vocación de convertirse en himno “entre mujeres de identidades disidentes, alrededor de una candela, alrededor de una mesa llena de cervezas, y con mucho respeto entre todas nosotras, de forma intergeneracional…”.
La grabación del videoclip ha sido toda una lucha de titanes concentrada en tres días intensos de grabación en los que hubo muchos sabores y sinsabores, pero, sobre todo, una minitribu de 23 personas dando lo mejor de sí para que todo saliera adelante y podamos disfrutarlo en las plataformas digitales como Spotify o el canal de youtube de Morti Jaleo el próximo 25 de noviembre. Autodefensa feminista es la “carta de presentación” del primer disco de estudio de Morti Jaleo “porque es lo que más necesita el mercado a nivel de fusión y a nivel de mensaje”.
Cuando fuimos árabes
“Algarabía” proviene de Al-Arabiyya, literalmente, el árabe, y de ahí pasó a designar, según podemos comprobar en el diccionario de la Real Academia Española, “gritería confusa de varias personas que hablan a un tiempo” o “lengua atropellada o ininteligible”. Una elección que no es casual. Historiadora de formación, Morti Jaleo reivindica así que “fuimos árabes”, una demanda que trasciende lo individual: “desde los Reyes Católicos hasta ahora ha pasado menos tiempo del que fuimos árabes”.
“¡Coño, que Abderramán II era cordobés!”, añade. “Ese impulso, ese arranque, esa manera que tenemos de hablar con las manos, eso de que seamos cuatro y parezcamos veinte, lo encontramos en Marruecos, pero más acentuado”, reflexiona. Por ello se dio cuenta de que “yo no tengo nada que ver con Europa, tengo mucho más que ver con el norte de África”.
Algarabía es un trabajo de Morti Jaleo, en colaboración con el productor, arreglista y guitarrista, Juan Rodot, que nace con el toque de queda y en el que la precariedad se ha compensando con una red de sostén, cuidados, apoyo y creatividad. Un proceso en el que Morti Jaleo se ha visto obligada a aprender mucho de autocuidado y de ser respetuosa con los propios tiempos.
Es un álbum autogestionado y autoproducido que consta de un total de seis obras divididas en tres bloques: Alboroto, Alfileres y Aljibe, conteniendo cada bloque una canción (música) y un interludio (poesía). Es un formato conceptual que muestra la dualidad artística de Morti Jaleo, que es poesía y música a partes iguales. Los temas que trata van desde la reafirmación ideológica libertaria hasta el homenaje a la tierra y la tradición, pasando por la lucha feminista. Pero habrá que esperar a primavera. ¡Deseando escucharlo!
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