“La crisis del audiovisual me parece muy curiosa porque la cultura nos ha salvado durante pandemia, pero es uno de los sectores más fastidiados”. Loles Peña (Córdoba, 1988) tiene claro que la doble crisis del sector audiovisual agudizada por el coronavirus ha tenido un impacto mayor para las mujeres.
Durante el segundo año de su Licenciatura de Periodismo en la Universidad de Málaga, la cordobesa creó el Festival Cinejoven, razón por la que comenzó a dedicarse al séptimo arte, primero especializándose en producción audiovisual y ahora en audiodescripciones y subtitulados desde Almería. Si bien esta reinvención profesional le ha permitido capear el temporal durante el último año lamenta que, con las crisis, “siempre ganan los mismos y, desde luego, los currantes son los que lo están pasando fatal”.
Mer Cantero (Sevilla, 1977) llevaba prácticamente 20 años sin parar. Hasta que llegó 2020. “Ha sido un año prácticamente en blanco”, explica esta montadora hispalense, que estudió Imagen y Sonido, aunque se considera autodidacta. “No ha habido apenas rodajes, con toda la cadena de afectados que arrastra” comenta en una breve pausa de trabajo que, poco a poco, comienza a retomar
Para visibilizar la misma precarización, esta vez, entre intérpretes escénicos, Mercedes Hoyos (Sevilla, 1964) tira de estadística nacional. El Informe Sociolaboral de los Actores y Bailarines Españoles de la Fundación AISGE reconocía que solo el 8,17% de los actores y actrices en el Estado español podían vivir de su trabajo antes del coronavirus. Y las mujeres sufren aún más. La tasa de desempleo femenino es seis puntos más elevada a la de los hombres, trabajando menos días al año, cobrando menos y con una inserción laboral más débil.
La situación empeoró con los confinamientos y la parálisis del sector. Según la misma fuente, el 97% obtuvieron ingresos por debajo del umbral de la pobreza durante 2020 en el Estado español. Hoyos alude al esfuerzo y la suerte para hablar de sus tres décadas de experiencia profesional. “Soy consciente de ser muy afortunada ya que nunca he parado de trabajar. Además de actriz, soy directora y actriz de doblaje desde hace 30 años y hace 8 monté una empresa y funciona muy bien”, apunta Mercedes, mientras hace cuentas a vuelapluma sobre los 150 o 200 profesionales con los que trabaja directa o indirectamente.
Sara Gallardo (Cádiz, 1980) también es una de las afortunadas que ha continuado trabajando pese a la pandemia. “Me volví a dar de alta como autónoma, con menos carga de trabajo y no me ha ido especialmente mal, pero tengo compañeras que se dedican al medio y no están encontrando oportunidades”, comenta desde Chiclana. Especializada en la realización de documentales, Gallardo creó Relatoras Producciones y forma parte, como Mer, Loles y Mercedes, de la Asociación Andaluza de Mujeres de los Medios Audiovisuales (AAMMA), un colectivo independiente, diverso y plural formado por profesionales del cine y los medios audiovisuales.
Gremial, feminista y andaluza
“¿Por qué una asociación gremial y feminista en Andalucía? Porque es necesaria”, responde rauda Carmen Porras (Granada, 1976). Responsable de Nido Producciones desde 2005, reconoce que, aunque forma parte de AAMMA desde hace poco más de un año, “siente la necesidad de sostenernos entre nosotras, de formar red y ser más fuertes como colectivo para poder reivindicar el espacio de las mujeres en el cine”.
Según la última Memoria de actividad y rodajes de la Andalucía Film Commission, 23.588 empleos y cerca de 130 millones de euros fueron creados por el sector audiovisual andaluz en rodajes durante 2018, a lo que habría que sumar el generado por televisiones, empresas de posproducción, eventos, distribución o exhibición. Tomando como referencia las cifras de la Consejería de Empleo, Formación y Trabajo Autónomo, se llegarían a los 28.676 puestos de trabajo y a 450 millones de euros. Ante la parálisis generada por la pandemia de la Covid-19, 27 entidades del sector cinematográfico y audiovisual en la Comunidad Autónoma impulsaron la Plataforma del Audiovisual Andaluz, para cohesionar al colectivo buscando salidas a la actual situación de emergencia y mantener una interlocución con la Administración autonómica, bajo el principio transversal de la igualdad de género.
“Culturalmente nuestra comunidad es muy potente y, en general, hay un poso artístico muy importante de teatro, música… y también de cine. Poco a poco se está tejiendo una verdadera industria en Andalucía”
Isabel Royán
“Culturalmente nuestra comunidad es muy potente y, en general, hay un poso artístico muy importante de teatro, música… y también de cine. Poco a poco se está tejiendo una verdadera industria en Andalucía” recuerda Isabel Royán (Málaga, 1983). Compositora de bandas sonoras y productora musical, sueña con que “se estudien más compositoras y se programen más en los auditorios y en las salas de conciertos”. Su música ya se escucha en diversas películas y videojuegos. La compositora ha sido la responsable de la banda sonora del documental Paraíso en Llamas, nominado a la 35º edición de los Premios Goya como Mejor Cortometraje Documental.
Pese a este poso artístico en Andalucía, Montse Ogalla (Málaga, 1965) denuncia que no existen ayudas al desarrollo de proyectos audiovisuales, como en otras comunidades autónomas, destinadas a fomentar las primeras etapas de los proyectos. “Existen ayudas, pero son pequeñas y dependen de la Junta de Andalucía y de Canal Sur”, explica la directora de producción malagueña.
La lucha por la igualdad y evitar la pérdida de capital humano, talento y creatividad de las mujeres en el audiovisual andaluz fueron algunas de las razones que llevaron a diversos colectivos a trabajar en la Ley del Cine y la Ley Audiovisual de Andalucía, reclamando acciones más específicas para solventar la infrarrepresentación de las mujeres en el sector. Según AAMMA, las alumnas ocupan el 65% de las aulas de estudios audiovisuales en universidades andaluzas y solo el 7% de los puestos de decisión creativa o técnica son mujeres.
“Todavía hoy en Andalucía seguimos sin tener la representatividad que deberíamos tener, la de las mujeres reales”
Mercedes Hoyos
Los desafíos del cine andaluz en términos de igualdad no solo tienen que ver con la forma, sino también con el contenido. La actriz Mercedes Hoyos reconoce que “todavía hoy en Andalucía seguimos sin tener la representatividad que deberíamos tener, la de las mujeres reales” y se esmera en explicar los matices de la afirmación: “Los personajes femeninos aún suelen representar a la mujer sometida, sufriente, esposa y madre, muchas veces heroína, pero desde este punto de vista. Nos faltan protagonistas empoderadas, de todas las edades, apariencias físicas y clases sociales, que aporten a la sociedad, sin tener la obligación de ser cuidadoras o pivones de 25 años, a menudo sexualizados”, concluye la directora y actriz de doblaje.
No estamos solas
Laura Hojman (Sevilla, 1981) es, desde el pasado marzo, la nueva presidenta de la asociación, compuesta por más de 170 profesionales en las ocho provincias. “En Andalucía no existe un informe oficial sobre la situación de las mujeres del sector audiovisual y el cine. Precisamente es algo que desde AAMMA llevamos años reclamando. Es necesaria la radiografía antes de la crisis sanitaria y ahora se hace aún más urgente”, asevera Hofman. La directora se encuentra en fase de preproducción de su próximo documental sobre María Lejárraga “una de las mujeres más relevantes de nuestra cultura y nuestra historia y, sin embargo, silenciada y olvidada”, sentencia la hispalense, quien quiere reconocer la producción de una de las dramaturgas más prolíficas de nuestro país.
Durante los últimos cuatro años, la guionista y directora Ana Graciani (Albacete, 1972) formó parte de la junta directiva de la asociación y, como Laura, reconoce no solo la importancia de su labor, sino la dificultad de la misma. “Yo no estaba desde el principio, pero me acuerdo que era pico y pala. Nadie nos llamaba, ni a reuniones sectoriales, ni a festivales y a base de contar nuestro relato y organizar multitud de actividades para ver lo que significan las mujeres en el cine andaluz, se empezó a contar con nosotras”, reconoce la albaceteña, que llegó a Sevilla hace 15 años por amor. “Hemos sido partícipes de la redacción de las leyes del Cine y del Audiovisual Andaluz, la creación de la Plataforma de Cine Andaluz y de la Academia de Cine de Andalucía, donde tenemos una participación activa”, concluye Graciani desde la capital hispalense.
“Es muy importante que nos veamos y que sepamos que tenemos nuestros propios proyectos e historias. Y también nuestro propio público”
Loles Peña
Cada una desde su especialidad, las componentes de AAMMA que han charlado con La Poderío ahondan en la importancia de que “necesitamos visibilizarnos, apoyarnos las unas a las otras y sentir que no estamos solas”, como resumía Loles Peña. “Es muy importante que nos veamos y que sepamos que tenemos nuestros propios proyectos e historias. Y también nuestro propio público”, argumentaba la presidenta de la Asociación de Festivales Audiovisuales de Andalucía (ASFAAN).
Ese público ávido de ver otros relatos que no hipersexualicen a las mujeres; de escuchar voces femeninas de distintas clases sociales y edades alejadas del arquetipo femenino en el séptimo arte y, sobre todo, de reconocer el acento andaluz en la pantalla para seguir creando referentes desde el sur.
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