La acción performática Éxodo muestra un sector cultural organizado para sostener esta lucha autónoma y transversal.
La acción performática Éxodo muestra un sector cultural organizado para sostener esta lucha autónoma y transversal.
Este artículo es un desahogo, pero también una invitación a reflexionar en colectivo y desde el feminismo sobre cómo diseñar estrategias de resistencia y resiliencia para frenar a nuestro monstruo interior.
Este texto está en la sección La Corrala, el patio de vecinas de La Poderío donde cada una charlotea, cascarrilla y pone colorá lo que sea mientras le da el fresquito o el sol en la cara. Más agustito que te quedas, oú. Eso sí, La Poderío no tiene nada que ver con lo...
Desde las tripas y corazón, nuestras compañeras negras en Andalucía escriben sus sentipensares sobre el racismo institucional y recuerdan en La Poderío que siempre existieron y que resisten.
Lo común, la fuerza de lo colectivo es lo que tenemos por delante para enfocar el cuidado de la salud de las personas en el medio rural, de formas diferentes, con miradas distintas.
Censurar es eliminar las partes, que de un todo, resultan inmorales, ofensivas o inapropiadas. La censura puede ser una agresión, más o menos sutil, contra la libertad de expresión.
Crónica de una sesión Queer Jam en Sevilla para valorar artistas LGTB y de las identidades no hegemónicas en el espacio público político de Sevilla.
Así es la historia de una mujer afroandaluza que junto a otras mujeres migrantes ha creado un grupo para construir su, nuestra, herstory.
A veces, el ideario de la maternidad que se construye en el imaginario no tiene nada que ver con lo que nos han contado, ni para las madres, ni para las bebés. Poco se habla de la sororidad entre madres que fluye entre sacaleches y cristaleras: el lactario.
La bata, esa fiel compañera que siempre te da calor y te acompaña en las noches más frías. Ahora, con la pandemia también lo hace de día. Una de ellas quiere contar su historia.
Regularización Ya: Entidades antirracistas coordinadas a nivel estatal exigen igualdad de derechos para todas las personas migrantes y refugiadas en esta crisis sanitaria.
El feminismo andaluz tiene más que lejía para curar cualquier pandemia. No hace falta que nos enseñen a cuidar, lo que nos hace falta es que se valore el afecto, el amor y la sororidad. Abrazarnos y besarnos después de la pandemia será un acto revolucionario.