Carla Galeote, activista feminista y creadora de contenido, es una de las voces jóvenes más influyentes del movimiento en España. Graduada en Derecho y con una amplia trayectoria en medios como La Futura Channel y Catalunya Ràdio, defiende un feminismo inclusivo y aborda temas de igualdad, salud mental y diversidad.
Carla Galeote promueve un feminismo en plural, reconociendo que no hay una única forma de ser feminista. En su visión, el feminismo debe incluir todas las perspectivas y luchas, desde las mujeres trans hasta las racializadas, las que sufren discapacidades o las que no cumplen los cánones tradicionales de belleza. Para ella, cada generación aporta una visión distinta, y las jóvenes, especialmente las nuevas generaciones, juegan un papel clave en la evolución del feminismo. Defiende que el futuro del movimiento depende de que las futuras activistas encuentren espacios seguros donde puedan expresar sus ideas y avanzar en la igualdad. Cree que las redes sociales son esenciales para que las jóvenes construyan su activismo, pero también advierte de los peligros que implica el control de estas plataformas por estructuras patriarcales. En su opinión, la verdadera fuerza del feminismo radica en su capacidad de adaptarse e integrar diferentes voces y experiencias para construir una sociedad más equitativa.
Carla, naciste en 2000, una generación que ha crecido con los avances que ha logrado el feminismo en los últimos años. ¿Cómo crees que esos 50 años de democracia han influido en tu visión del feminismo, y qué papel juegan las nuevas generaciones en la construcción de una sociedad más igualitaria?
A día de hoy, estos 50 años de democracia han influido mucho en mi activismo. Por ejemplo, algo que parece tan básico como es el que yo pueda opinar o formar parte de la participación política. Es evidente que sin esos 50 años de democracia, incluyendo toda la época de la Guerra Civil y el franquismo, si no fuera gracias a todas las mujeres que se dejaron, literalmente, la vida por nuestros derechos, hoy tú y yo no podríamos estar hablando.
“Si no fuera gracias a todas las mujeres que se dejaron, literalmente, la vida por nuestros derechos, hoy tú y yo no podríamos estar hablando”.
Es por eso que tenemos una tarea fundamental: hacer entender a las futuras generaciones que sus derechos vienen de mujeres y personas de clase obrera que hoy descansan en cunetas, y no de los incels que te dicen que la culpa de no tener una vida mejor es del más débil.
Eres una de las principales voces jóvenes del feminismo español, muy activa en las redes sociales, donde compartes tus ideas sobre feminismo, salud mental, igualdad y derechos humanos. ¿Cómo crees que las redes sociales han transformado la manera en que entendemos y vivimos el feminismo, especialmente entre las nuevas generaciones?
Creo que actualmente las redes sociales son las plazas públicas de hace 50 años. Ahora mismo tenemos que las redes son el campo de la democracia, el campo del pensamiento crítico y de que las futuras generaciones tengan conciencia política. Ahora bien, esas redes están controladas por hombres blancos y poderosos que lo último que quieren es garantizar nuestros derechos, y eso lo tenemos que tener siempre presente.
El contexto de los 50 años de democracia nos invita a reflexionar sobre los avances logrados, pero también sobre los desafíos que siguen presentes. Como joven activista, ¿cuáles son los principales retos que crees que el feminismo debe enfrentar hoy en día? ¿Qué problemas crees que aún no se han resuelto en cuanto a igualdad de género en España?
Creo que actualmente, lejos de erradicar el machismo, lo que estamos viendo es una nueva proliferación del mismo. En este caso, en la esfera digital. Estamos viendo una nueva corriente: más violenta, más permanente y sin ningún tipo de filtro (y con total impunidad) que está afectando al avance del feminismo, pero también a la democracia de nuestro país.
Ver como las redes sociales se están convirtiendo en un nido de odio y violencia extrema nos hace replantearnos que el feminismo está más en jaque que nunca, porque son los jóvenes, precisamente, los que lideran esta nueva corriente reaccionaria y sin precedentes.
Tu libro «Hablemos de Feminismos» busca abrir un espacio de conversación y reflexión sobre el feminismo desde diversas perspectivas. ¿Cómo definirías tu visión del feminismo y qué crees que hace falta para que las futuras generaciones puedan continuar construyendo sobre lo que se ha logrado hasta ahora?
Mi visión del feminismo es un feminismo en el que todas tengamos espacio. No es un único feminismo, sino muchos y por eso el título del libro está en plural.
“Para que las futuras generaciones puedan continuar construyendo un feminismo fuerte y de avance necesitan, sin ningún tipo de duda, espacios seguros”.
En este sentido, un feminismo donde no deje ninguna atrás: ni a las trans, ni a las pobres, ni a las racializadas, ni a las que sufren algún tipo de discapacidad, ni a las que no cumplen el cánon de belleza, etc. Y para que las futuras generaciones puedan continuar construyendo un feminismo fuerte y de avance necesitan, sin ningún tipo de duda, espacios seguros (especialmente digitales) donde puedan hacer su activismo y ejercer sus derechos.
En los últimos años, hemos visto avances importantes en términos de derechos de las mujeres, pero también en cuanto a la visibilidad de la diversidad de identidades de género y orientaciones sexuales. ¿Cómo ves el papel del feminismo en la construcción de una sociedad inclusiva para todas las identidades y orientaciones sexuales, y cómo se puede hacer que la sociedad sea más interseccional y tenga en cuenta la pluralidad de género e identidad sexual?
“El feminismo es el modelo de vida, político y social que precisamente garantiza que todas las identidades y orientaciones puedan coexistir en nuestra sociedad”.
El feminismo es el modelo de vida, político y social que precisamente garantiza que todas las identidades y orientaciones puedan coexistir en nuestra sociedad, lejos de un patriarcado rancio que quiere tapar a la mitad de la población.
Es fundamental que entendamos que el feminismo se tiene que aliar con otras luchas como la antirracista o la del colectivo LGTBIQ+, porque solamente desde la unidad se puede terminar con el régimen actual.
Finalmente, mirando hacia el futuro, ¿qué te gustaría que sucediera en los próximos 50 años en términos de feminismo y derechos de las mujeres? ¿Qué cambios te gustaría ver en la sociedad, y cómo crees que las mujeres del futuro pueden seguir luchando por la igualdad y la justicia en un mundo que, aunque ha avanzado, aún enfrenta muchos retos?
En los próximos 50 años, me gustaría ver una sociedad progresista que tenga blindados los derechos de las mujeres sin permitir que un gobierno de derecha o extrema derecha pueda poner en riesgo todos los derechos peleados y conseguidos.
“Si logramos una sociedad donde ningún agresor, sea digital o físico, quede impune, vamos a lograr una sociedad en la que valga la pena vivir”.
A su vez, me gustaría ver como se ha legislado para un entorno digital seguro, pero también como se han garantizado los derechos de las mujeres en situación administrativa irregular o las mujeres trans, para que nunca más tengan que ver que su existencia es usada para hacer la política más burda y violenta.
También me gustaría ver una justicia que no ponga en duda la palabra de las mujeres y unos jueces y policías que sirvan de espacio seguro para las víctimas, porque si logramos una sociedad donde ningún agresor, sea digital o físico, quede impune, vamos a lograr una sociedad en la que valga la pena vivir.
*Este texto es una colaboración con «España en Libertad. 50 años», una iniciativa del Gobierno de España coordinada por un Comisionado especial y la Secretaría de Estado de Memoria Democrática, asesorados por un Comité científico compuesto por académicos de reconocido prestigio, y está enmarcado en el evento «Porque fuiste, somos; porque somos, serán».
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