La investigación periodística hecha largometraje muestra los testimonios inéditos de las personas rescatadas, pero también de sus rescatadores, personal de Salvamento Marítimo que por primera vez hablan de su trabajo. Este trabajo documental se adentra así en una nueva frontera, con audios e imágenes que ven por primera vez la luz gracias al trabajo de EntreFronteras y a los 210 mecenas que han apostado desde el principio por dar visibilidad a todas estas voces.
La llamada “crisis de los refugiados”, crisis que supera las cifras de la II Guerra Mundial, está dejando miles de muertos en nuestro Mar. En los apenas 14 kilómetros que nos separan Europa de África, las tragedias de personas con nombre y apellidos son continuas. Sin embargo, poco se sabe de ellas, del porqué emprenden ese camino largo y tortuoso, de cómo y a quién se tienen que enfrentar en este periplo salvaje. Nos dan números, miles por aquí, miles por el otro lado; crecimientos y decrecimientos dependiendo del año o de si es verano o invierno. Es la cantinela de todos los años.
Junto a todo esto, asistimos al incremento de los discursos racistas y xenófobos, discursos de odio que llaman a lo más bajo de la condición humana, cuando se persigue e injuria a estas personas que huyen de la miseria, las hambrunas, las guerras, los desastres medioambientales o las persecuciones por ser de una u otra opinión, credo o condición sexual. De esas vallas y muros hablamos ahora. En concreto hablamos de una línea en el mar, el Paralelo 35º50º, una línea que determina si puedes ser auxiliado o no cuando tu patera hace aguas. De esta “línea” y sus consecuencias hablamos con EntreFronteras, con Lucia Muñoz Lucena.
¿Cómo surge este documental, Paralelo 35º 50º?
Recibimos unos audios en 2019, unos audios inéditos, en los que empezamos a escuchar que había malas prácticas en el rescate marítimo en la Frontera Sur. Un lugar en el que EntreFronteras venimos trabajando desde siempre, desde el Estrecho al mar de Alborán; desde Cádiz a Almería, que son las costas que bañan Andalucía y donde nosotros nos hemos estado moviendo.
Cuando nos llegan estos audios, pensamos que algo tenemos que hacer, había que sacarlos en los medios de comunicación. Pero lo que nos ofrecían los medios era publicar una noticia y ya está. Entonces pensamos que ese material merecía algo más de impacto, no una crónica en un medio y ya está.
Así fue como decidimos que todos esos audios que seguíamos recibiendo fueran la base de una investigación periodística de más profundidad y calado, con testimonios que dieran voz a todo lo que está pasando. Así fue como esos audios se convirtieron en lo que hoy es el documental Paralelo 35º50º.
¿Quién os manda esos audios?
Bueno, esa información no te la puedo dar. Sí te puedo decir que fueron audios que, a la vez que nos fueron llegando, los fuimos contrastando, como se ve en el documental. Lo contrastamos con trabajadores de Salvamento Marítimo en ese momento, con personas que fueron rescatadas, con diferentes gabinetes de prensa, del Ministerio del Interior, de Subdelegaciones de Gobierno, delegaciones del Gobierno de Andalucía. Lo que sí queda patente es que los audios se contrastan con personas muy valientes que han querido dar la cara, rescatadores y rescatados.
Este es un documental en el que, por primera vez, hablan trabajadores de Salvamento Marítimo, eso nunca lo habían hecho. Por el contrario, las fuentes institucionales no dan la cara.
Pero bueno, lo que queda más que contrastado, tanto con los audios como con la investigación periodística que hemos llevado a cabo, es que existe una frontera en el mar, una línea imaginaria que divide las aguas españolas y las aguas marroquíes. Una línea que se ha convertido en una frontera en la que las vidas de las personas valen más o menos, dependiendo de en qué parte de la línea te encuentres. En un lado te rescatan y en el otro no.
Para poder llevar a cabo este proyecto lanzais un crowfunding que os permita cubrir los gastos que este trabajo conlleva.
Si, porque la precariedad que se vive en el periodismo no te permite llevar a cabo proyectos de investigación como éste, que requiere de un trabajo pausado y reflexivo. Para ello necesitábamos este crowdfunding. Sin él este proyecto no hubiera podido salir adelante. Si no hubiéramos contado con esos 210 mecenas que han apostado por romper el silencio de lo que pasa en Estrecho, este documental nunca habría visto la luz.
¿Qué crees que puede aportar este trabajo de EntreFronteras?
Por lo pronto, lo primero que ha hecho este trabajo es ponerle nombre a una frontera, a una línea imaginaria en el mar, que es el Paralelo 35º50º y demostrar que sí que existen estas fronteras en el mar. Que, aunque no las podamos ver, hay gente que tiene que sortear esa “valla”. Para poder migrar se necesitan unas vías seguras que no existen, por eso hay gente que tiene que jugarse la vida, sorteando ese Paralelo 35º50º para poder tener ese derecho a migrar.
Este documental aporta también la cara humana de los rescatadores de Salvamento Marítimo, porque, ¿quién rescata al rescatador? Contamos también esas historias, poniéndole nombre y apellidos a las personas que están en el mar todos los días trabajando para salvar personas.
En este documental hemos visto por ejemplo, el caso del capitán Miguel Pacha, que fue degradado de su puesto por salvar vidas. Él ha sido una de las personas que más vidas ha salvado en 2018, cuando en Andalucía se vivió esa crisis migratoria y a él le relevaron de su puesto. Son personas que en 2018 sufrieron todo ese cambio que se dio en las políticas migratorias con el cambio de Gobierno. Personas que también han sido víctimas.
No sólo han sufrido las consecuencias las personas que han tenido que ser rescatadas, también los propios rescatadores han sufrido esas políticas migratorias con la implantación del Mando Único que hizo que Salvamento Marítimo, que es un cuerpo civil del que estamos sumamente orgullosos de que sea público, orgullosos de que nuestros impuestos sirvan para rescatar personas. Ahora, con este cambio de políticas, esta labor de rescate se ha delegado en la Guardia Civil, militarizando así las fronteras.
Este pasado mes de septiembre habéis hecho la premier del documental en Málaga y en Madrid. ¿Qué tal se ha acogido por parte del público?
La verdad es que ha superado todas nuestras expectativas. En Málaga lo hicimos en el Cine Albéniz, con lleno total y gente que se quedó en la calle sin poder entrar. Unos días después lo proyectamos en el Cine Verdi de Madrid y pasó lo mismo. Lleno total en las dos ciudades. Ahora el documental lo empezaremos a mover por festivales. La premier, la hicimos porque se lo debíamos a toda la gente que ha querido apoyarnos.
Creo que una de las cosas que quedaron más claras para el público y que impactaron más, fue el poner nombre a ese Paralelo 35º50º y darse cuenta de cómo una vida vale más a un lado que al otro de esta línea. El cómo esa línea puede determinar que puedas vivir o morir, al impedir que Salvamento Marítimo pueda traspasarla.
Si estás del otro lado no te rescatan, incumpliendo así el Derecho del Mar de prestar auxilio. Un derecho que debe poner la vida por encima de todo. Es un deber rescatar a la gente que lo necesita, estés en aguas internacionales, aguas españolas, aguas marroquíes o tenga el barco el color que tenga. El auxilio a las personas que lo necesiten es lo primero.
Sin embargo, Salvamento Marítimo en ese momento, con la llegada del Mando Único, se tiene que limitar a esa línea 35º50º. No tiene permiso para traspasarla, por lo que se tiene que quedar a la espera de que llegue la gendarmería marroquí para recoger a esas pateras y auxiliar a esa gente. Y ello supone un alto riesgo pues a lo mejor en ese momento, la patera no tiene problemas, pero en cuestión de minutos la situación puede cambiar. En un momento la patera puede explotar, se puede hundir, pueden pasar muchas cosas. Entonces están dejando en peligro a todas esas personas.
Con la llegada del Mando Único se vio un descenso, en más de un 50 por ciento de llegadas de pateras por el Mar de Alborán, por la Frontera Sur, a nuestras costas, pero aumentaron en otras vías, como en la Ruta Canaria, que es mucho más peligrosa y mortífera.
Tu llevas desde 2014 trabajando temas de migración ¿cómo ves el momento actual?
Creo que políticamente estamos peor porque hay mucha opacidad. Tengamos en cuenta que con la implantación del Mando Único y con el cambio de políticas, Salvamento Marítimo deja de informar en sus redes sociales sobre el salvamento, el rescate, sobre la llegada de las personas que migran en patera por falta de vías seguras. Hay mucha opacidad en este tema.
También estamos viendo que, a través del Ministerio del Interior, del ministro Marlasca, se están vulnerando muchos derechos, ya no sólo el derecho a migrar, sino también el de protección internacional, de acogida, incluso del derecho de la infancia, como hemos visto estos últimos meses. Por ello pienso que estamos retrocediendo muchísimo. Y esto también está teniendo un impacto real en la sociedad, donde la discriminación es cada vez mayor, donde asistimos a un incremento de los discursos de odio y ataques racistas.
En los últimos años el número de mujeres que toman la determinación de acometer estas vías poco seguras se ha incrementado. Tú has conocido y escrito de muchas de ellas.
Cuando hablamos de mujeres que migran se cae casi siempre en el mismo error. Se suele hablar de ellas como víctimas o se las suele criminalizar. Son muchas las mujeres que toman su propia decisión de migrar, si bien siguen siendo un menor número en comparación con los varones pues ellas son las que sostienen la vida en sus países, en sus comunidades.
Migrar como lo hacen las mujeres y los hombres que atraviesan la Frontera Sur española no es fácil, al no existir vías seguras. Esto perpetúa en el cuerpo de las mujeres historias de abusos y violencia, violencia sexual y explotación laboral. Y si las mujeres que migran son madres, a estas violencias se suma el sufrimiento por la separación de sus hijos e hijas cuando llegan al país de destino, o se enfrentan al miedo y a la culpabilidad aquellas que montan a sus pequeños en la patera.
Tú como periodistas, ¿cómo luchas contra los estereotipos que surgen cuando se habla de personas migrantes?
Bueno yo creo que la labor que tenemos que hacer desde periodismo, y no solo en los temas de migración, es dignificar a las personas de las que estamos hablando. Si nuestro trabajo no sirve para esto, está claro que lo estamos haciendo mal. Creo que tenemos que revisar mucho la terminología que empleamos y darnos cuenta de que estamos hablando de personas, no de productos.
Para nosotras siempre es muy importante hablar del porqué, contar por qué emigran todas estas personas. Buscar el porqué es fundamental. Conocer sus nombres y apellidos, sus historias, saber qué hay detrás de esa decisión de emprender ese largo y peligroso viaje. Eso es necesario porque es la única forma de empatizar con esas personas y eso no se está haciendo, pues lo único que vemos y de lo que hablamos, es de los números.
0 comentarios