La Asamblea Feminista Las Tres Rosas de El Puerto de Santa María logra paralizar una moción antiabortista de Vox con un coste de 100.000 euros
Muchas de nosotras conocimos El Puerto de Santa María a través de los poemas de Rafael Alberti. Lo echaba tanto de menos que nos regaló Marinero en tierra.“El mar. La mar. / El mar. ¡Sólo la mar!”. Pero ahora debemos anotarlo en nuestro imaginario colectivo también como el lugar donde un grupo de mujeres le echaron un pulso a las políticas machistas de Vox y vencieron.
El Puerto de Santa María es una población de la bahía de Cádiz que cuenta con 88.364 habitantes, vive fundamentalmente del turismo y alberga tres cárceles: Puerto I, Puerto II y Puerto III; además del antiguo penal del Puerto que hoy saluda al visitante nada más bajarse del tren y cuyos muros guarda el horror de la represión franquista. En la céntrica calle Santa Lucía se encuentra la clínica Poliplanning, autorizada para la interrupción del embarazo de bajo riesgo (hasta las 14 semanas) y de alto riesgo (hasta las 22 semanas por causas médicas). Y es allí donde empieza la historia de esta pequeña gran victoria del feminismo.
Desde hace algún tiempo, las mujeres que acuden a esa clínica (vayan a abortar o a hacerse una revisión ginecológica normal y corriente) sufren el acoso de grupos ultracatólicos organizados. También sufren este acoso constante las trabajadoras. Sin que nada ocurra. Entre el 25 de septiembre y el 3 de noviembre de este año, el acoso fue a mayores y estaban apostados de 8 de la mañana a 8 de la tarde frente a la clínica. Esta acción formaba parte de una iniciativa internacional denominada “40 días por la vida”. La Asamblea Feminista Las Tres Rosas reaccionó.
“Desde la Asamblea Feminista Las Tres Rosas, consideramos intolerable que en una de las pocas clínicas de la provincia de Cádiz que tienen convenio con la Junta de Andalucía para realizar de forma gratuita para las mujeres la interrupción voluntaria de su embarazo, y que está situada en nuestra localidad, las mujeres que acudan a la misma tengan que soportar a una persona que permanece justo a la entrada de la clínica, a todas horas, observándolas mientras rezan y la juzgan por haber decidido libremente interrumpir su embarazo”, denunciaban en un comunicado.
Pero no se contentaron con eso. “Estuvimos pasando por la puerta, diciéndoles que qué estaban haciendo ahí rezando o quedándonos mirando, les quitamos los carteles que colgaban por ahí, para tratar de evitar que estuvieran ahí todo el día acosando a las mujeres”, nos explica Marta Güelfo, una de las integrantes de este colectivo que ya lleva funcionando 4 años. La violencia en las redes contra ellas se intensificó: “Tenéis un enemigo desde ahora que no va a parar, y no solo en redes”, llegaron a amenazarlas.
En las pasadas elecciones municipales, PP obtuvo 9 concejales; PSOE-A, 8; Adelante El Puerto (Podemos + IU), 3; Ciudadanos, 2; Vox, 2 y Unión Portuense, 1. PP y Ciudadanos formaron gobierno con el apoyo de Vox. “Vox no entró en el Gobierno, pero es evidente que desde el PP se le están haciendo muchísimas concesiones y que se llevan extremadamente bien. El PP está más a la derecha que nunca”, nos cuenta Güelfo.
Entre las concesiones que el gobierno de PP y Ciudadanos estaba dispuesto a hacer a Vox se encontraba una partida de los presupuestos municipales de 100.000 euros para “difusión de reportajes audiovisuales reales, completos y sin censura, y conferencias y/o coloquios sobre el aborto” y un “servicio de información y asesoramiento permanente para las mujeres embarazadas que lo requieran, de manera que puedan obtener información detallada y veraz sobre el aborto en todos sus aspectos, así como el apoyo y asesoramiento necesarios en caso de optar por no abortar y dar a su hijo en adopción”. “Es una cantidad desorbitada y uno de nuestros argumentos era que la labor que ellos querían hacer realmente ya existía y en el proceso de Interrupción Voluntaria del Embarazo el propio médico o la médica te dan una información y tienes que esperar tres días hasta realizar realmente la intervención. Por lo tanto, esto era mucho más ideológico que otra cosa, no tenía ningún tipo de utilidad”, denuncian desde la Asamblea Feminista Las Tres Rosas.
La propuesta se votaba el pasado miércoles, 13 de noviembre, en el pleno del ayuntamiento de El Puerto y se supo al hacerse público el orden del día una semana antes. Con ese escaso margen de tiempo, la Asamblea organizó una campaña contra la moción: nota de prensa, presencia en redes sociales y acción directa. “Registramos por escrito que queríamos hablar en ese punto que era el punto 24 y acordamos también ir todas las que pudiéramos con camisetas y ejercer allí presión para incomodarlos, para importunarlos, para intentar generar la máxima presión y que la moción no saliera”, relata Güelfo.
Y allí estaban, en un ambiente hostil para las mujeres como es un pleno de ayuntamiento (“es un espacio que no estamos acostumbradas a ocupar, en el que no estamos acostumbradas a hablar”, recuerda Güelfo), juntas, para plantar cara a los que quieren recortar los derechos y libertades de las mujeres. “Fue complicado plantarnos allí, pero nos sentimos fuertes porque éramos unas 10 compañeras. Nos sentíamos fuertes en ese sentido porque estábamos juntas y era un poco pensar qué me puede pasar si estoy con mis compañeras, ellas van a estar pendientes de mí, yo voy a estar pendiente de ellas».
Si alguna se siente mal se lo puede comentar a la otra y se puede salir, eso es fundamental para nosotras. Evidentemente, nos sentimos nerviosas cuando estábamos allí gritándole desde el convencimiento, pero también desde la rabia que nos daba el que los hombres, porque era un hombre el que defendía la moción, decidiera sobre nuestros cuerpos. Además nos desalojaron del pleno; el alcalde, que es del Partido Popular, pidió que nos desalojaran haciendo un gesto con la mano de una manera muy despectiva. Nos sentimos, por un lado, nerviosas por el momento porque fue un momento de tensión; pero luego, muy fuertes y muy seguras al estar todas allí”. Y lo consiguieron.
Ciudadanos votó en contra. “Creemos que se debe a la presión que habíamos ejercido días atrás y, sobre todo, ese mismo día porque salió en muchísima prensa y en las redes sociales también, en algunas que tienen mucha influencia en El Puerto, también salió en prensa de Sevilla el propio miércoles; entonces, la presión que conseguimos hacer previamente y estando allí en el pleno, habiendo pedido la palabra y gritando todo lo que había que gritar nosotras pensamos que decantó la balanza para que finalmente votaran en contra”, valoran.
Vienen tiempos difíciles. Vox ahora cuenta con muchísimo dinero público para seguir creciendo y seguir expandiendo su discurso fascista, machista, racista y homófobo. Ante eso, la receta que proponen desde El Puerto para seguir consiguiendo pequeñas grandes victorias es simple: “lo único que se puede hacer es lo que hemos hecho, estar muy atentas, ser muy inteligentes, organizarnos muy bien y ejercer toda la presión que podamos desde los colectivos, en la calle y cuando haga falta ir a las instituciones, también”.
Porque la pelea no es solo por nuestros cuerpos, “sino por todos nuestros derechos en general”. Pero siempre hay lugar para la esperanza. “Por supuesto que hay lugar para la esperanza”, nos dice Güelfo. “El movimiento feminista es imparable. Han llegado, sí, pero han llegado cuando estábamos totalmente organizadas y el movimiento feminista en España es uno de los más organizados de Europa”, añade. “Estamos coordinadas, somos muchas, nos sentimos muy fuertes para hacerle frente a todo lo que haya que hacerle frente. Y, por supuesto, que hay lugar para la esperanza, eso jamás lo vamos a perder. Ni la esperanza ni la alegría porque sino es imposible soportar esto”. Porque, al fin y al cabo, la esperanza y la alegría no es otra cosa que la manera que tenemos en este Sur de resistir y, a veces, de ganar.
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