Después de muchos intentos, luchando contra los estreses de la vida moderna, y gracias al poder de las tecnologías digitales, se ha realizado la entrevista a la artista malagueña (de adopción) Cristina Savage*.
Desde hace casi dos años, Cristina Savage ha incorporado en su obra el proceso artístico “Quitando lo viejo”, una propuesta con la que visibiliza el largo camino que queda aún por recorrer para alcanzar la igualdad en el mundo de la cultura, de los museos y del arte en general. Un caso paradigmático de esta realidad estructural es el de la artista Mariana Vargas. Denunció hace más de un año a Fernando Francés por presunta agresión verbal y física, en una situación de abuso de poder. Para acompañarla en la distancia, se hizo una limpieza especial en Málaga.
¿Cómo surge esta iniciativa de limpiar los museos para denunciar el desigual acceso de las mujeres artistas a exponer en las salas de arte públicas?
La iniciativa de “Quitando lo Viejo” que es un proyecto que tengo para denunciar la desigualdad dentro de los museos, de la representación de mujeres artistas, museos y espacios expositivos galerías, ferias de arte, etcétera, comenzó tras asistir a una conferencia sobre género y exclusión social de Marian Lopez Fernandez Cao en mi lugar de trabajo, el museo Picasso. Ella expuso las cifras de la MAV (Asociación de Mujeres en las Artes Visuales) sobre las mujeres en las artes sociales. La representación de mujeres dentro, por ejemplo, del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, me asombró bastante: solo un 25% de mujeres.
Mientras estaba sentada ahí en las butacas empecé a pensar en las mujeres más invisibles de los museos, que son las mujeres de la limpieza.
Solo pueden salir a museo cerrado para limpiar, llevan un uniforme que no destaca, son mujeres que se pueden meter en cualquier lado sin ser percibidas, y cuando salen a museo abierto es en momentos muy puntuales de emergencia, pero tienden a ser muy invisibles.
Entonces decidí que la mejor forma de denunciar era colarme dentro de los museos y empezar a limpiar a la antigua, ya que las colecciones están seleccionadas también a la antigua, esa iba a ser la forma de denunciar esta desigualdad. Lo que yo no sabía es que esto ya se había hecho. Una vez que realicé la primera limpieza en el Reina Sofía, el 11 de enero de 2018, empezaron a llegarme un montón de mensajes informando sobre otras limpiadoras, como Mierle Laderman Ukeles o Estíbaliz Sádaba.
Yo me pongo el uniforme de una limpiadora de equipo, un uniforme industrial, y tiendo a no ser percibida. De hecho, he entrado en diferentes espacios sin problemas (Museo Reina Sofía o ARCO, la Feria Internacional de Arte Contemporáneo que se celebra anualmente en Madrid) y he ido limpiando sola. Pero ahora cuento con un gran equipo de limpiadoras en Málaga y Sevilla.
Explícanos cuál es para ti el poder simbólico de performatizar el acto de limpiar.
El simbolismo en este caso no es limpiar de pie sino de rodillas, simplemente con una bayeta seca que en sí no es limpiar, sino replicar el acto. Hacerlo de rodillas implica cierta humildad. También te permite cierta invisibilidad a nivel de ojo, y ahora en 2019, al ver a una mujer limpiar de rodillas sin cubo, sin ningún producto al lado, crea la intriga de si esto es una performance, si esto es realidad, o si estoy loca.
A veces puedo aprovechar la bayeta de pancarta, sobre todo en grupo. Otras, después de limpiar en seco durante treinta minutos, el desgaste de la bayeta que envejece representa todo lo que habría que cambiar de ese espacio que ya está envejecido y que debería renovarse.
Echando un vistazo a los datos del machismo estructural en salas, concretamente de los informes del MAV que se centran sobre todo en ARCO, se observan datos alarmantes de 2019, dónde hubo sólo un 6,13% de mujeres españolas, y en cifras totales, sólo hubo un 26,5% de representación femenina. Andalucía y concretamente Málaga, que es dónde tú desarrollas tu actividad principal, ¿marcan algún tipo de diferencia respecto a estas cifras?
Los datos del machismo y los informes del MAV han sido muy útiles para enseñarme cómo investigar por mi cuenta y calcular porcentajes. Incluso he comprado catálogos aquí en Málaga solo para contar las cifras de los fondos. A partir de mis propias indagaciones, he sacado estos datos.
En el Centro de Arte Contemporáneo CAC Málaga donde ya hemos limpiado, mantienen un 29% de la representación de mujeres artistas en sus fondos. En el CAC Sevilla, donde también hemos limpiado, la cifra asciende a un 21%. Sí es cierto que hacen un esfuerzo para mantener varias exposiciones temporales de mujeres autoras, pero eso no es representativo de la Historia, no se queda. Es como el catálogo de una biblioteca, realmente lo que importa es lo que hay, no lo que pasa por delante, entra por una puerta y sale por la otra.
El Centre Pompidou Málaga, que también hemos limpiado, tiene el 17% en la colección actual llamada “Utopías Modernas”, que es un poco satírico y contradictorio el nombre: ya que somos modernos, que haya también una representación moderna de las utopías. Ojalá en la nueva colección cambie.
En Málaga seguimos luchando en las galerías y los espacios pequeños. A veces en los espacios particulares noto unas diferencias que son para echarse las manos a la cabeza y decirles a esas mujeres artistas: “¿por qué vas a exponer si no te van a representar? Si eres la única mujer entre diez hombres diles que busquen otras mujeres para acompañarte. Diles también a los otros hombres artistas que no deberían querer participar en exposiciones que no representen la igualdad.” Aquí se nota muchísimo porque es la “Ciudad de los Museos”, así que tengo muchísimo trabajo por delante.
Dentro de la Operación Museos 2019 (de ámbito estatal) orquestada desde la MAV, se realizó un doblete andaluz de la performance «Quitando lo viejo». El 30 de septiembre se realizó una performance con una estructura similar a ésta, pero con un objetivo concreto: apoyar el caso de Marina Vargas, la artista granaina que fue presuntamente agredida por Fernando Francés, denunció y ha estado un año a la espera de juicio. ¿Por qué es especialmente relevante la denuncia de este caso aquí en Málaga?
De la acción lanzada a redes el 14 de octubre apoyando a Marina Vargas es muy relevante para mí que se haya hecho en Málaga, porque nuestra relación está muy vinculada al CAC de Málaga y quería hacer algo para que se sintiera arropada desde aquí.
Yo conocí su obra en una exposición de este museo a finales de 2015. Además, el CAC es el espacio representativo del arte contemporáneo de la ciudad, y siento un gran impulso en la piel, como si me pudiera pasar una situación de mucha tensión igual a la que está viviendo ahora Marina, que se enfrenta a este juicio en Santander el 23 de Octubre. La denuncia que ha planteado es que presuntamente Fernando Francés (director del CAC Málaga entre 2003 y 2019) la ha maltratado verbalmente, ha sido agresivo con ella desde su posición de poder, y le ha golpeado la cara.
Está el juicio por delante, está la tranquilidad de todos y todas a la espera, y lo único que queríamos hacer desde “Quitando lo viejo” es denunciar esta posición de poder que representa el patriarcado para todas las mujeres artistas, mostrando el apoyo máximo a una persona que podría ser cualquiera de nosotras. Esperamos darle ánimo y fuerza a Marina en este momento tan pesado y difícil de enfrentar.
¿Podría suponer un precedente para el movimiento por la igualdad plena en el ámbito de las artes visuales, la posible victoria judicial de Marina Vargas?
No lo sé (risas). No se puede interpretar el futuro desde el momento actual. Lo que sí espero es que la sentencia transmita calma para ella y para otras mujeres artistas que se han visto en situaciones parecidas de abuso de poder dentro del ámbito cultural. Porque es tan evidente que existe esto en Málaga, especialmente en la representación desigual que hay en los diferentes espacios privados y públicos. Como he dicho antes, hay que hacer un esfuerzo para animar a mujeres, y también a los hombres para que a su vez, animen a comisarios y galeristas a buscar un equilibrio, porque buenas artistas hay, no estamos faltas de eso.
Solo que hay que entender la situación: nunca nos hemos preocupado por esa igualdad y la queremos. Hay públicos que ya lo están demandando. Si hay público para ello, creo que se puede conseguir. Yo soy muy pesada en esto y la gente me odiará (risas) pero espero que ese odio vaya hacia una mejoría y que este tipo de machaque no se tolere, o al menos, solo se vea desde lejos.
Y por último: tú no te quedes con ná dentro, si hay algo que yo no te haya preguntado y que a ti te apetezca expresar, este es tu momento.
Me gustaría daros las gracias por esta entrevista y por difundir “Quitando lo viejo”, especialmente la performance para apoyar a Marina Vargas. Decir que este proyecto sigue creciendo, toma alas, ahora especialmente porque tenemos a mayoría de mujeres dentro de Cultura en la Junta de Andalucía. Comencé con un proyecto para limpiar diferentes espacios políticos, por ejemplo San Telmo (el parlamento) en Sevilla. De momento voy de rodillas limpiando sola los exteriores, lo tengo documentado en Instagram.
Quiero hacer un gran llamamiento para el Día de la Brecha Salarial y organizar algo muy visible en las calles, algo muy urbano, con todas de uniforme de limpiadoras con las bayetas como nuestra arma luchadora contra el machismo y por la igualdad en todos los ámbitos. Muchísimas gracias.
*Bio: Cristina Savage (Connecticut, 1979), con base en Málaga. Trabaja como educadora en el Museo Picasso Málaga desde el 2003, imparte talleres y tiene su obra en venta en La Asociación Cultural La Casa Amarilla Artes y Audiovisuales, y de forma particular. Ha colaborado con El Centre Pompidou de Málaga, con el colectivo artístico Las Buhoneras, la escuela de fotografía Apertura y Arte TV. Es una artista plástica conceptual y performer que actualmente basa su obra en la insumisión conceptual para rebelarse contra un discurso determinado que acota y limita el papel de la mujer en relación al sexo, la sumisión, el deseo, la pareja y la identidad. (+ info)
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