La Poderío participa en el I Congreso de Periodismo Feminista María del Carmen Molifé, organizado por Pikara.
Las primas mayores de Pikara nos han invitado al I Congreso de Periodismo Feminista María del Carmen Molifé, celebrado en Bilbao, el 9 y el 10 de octubre, para hablar de La Poderío, de nuestra historia, de cómo hacemos periodismo feminista andaluz, de qué significa que nuestras vecinas sean también nuestras fuentes y de la libertad de expresión. En este artículo te hacemos un resumencillo de lo que les hemos contado.
Una cita más que esperada: el 9 y el 10 de octubre, I Congreso de Periodismo Feminista María del Carmen Molifé, organizado por Pikara en Bilbao. “¡Morirse en Bilbao, no hay nada mejor, quemar la vida para volver a nacer!”. Y allí nos hemos ido «las del Sur» a contar, con mucha humildad, mucha ilusión y muchas ganas, cómo hacemos (o intentamos hacer) periodismo feminista andaluz, desde el compromiso y con las herramientas que mejor conocemos.
Hemos compartido mesa con Klitto!, un medio feminista en Euskera; Amazonas, una revista feminista y anticapitalista de América Latina; y con Pikara, nuestras primas mayores, para hablar de medios feministas. Para las que no nos conocían les hemos contado un poquito de nuestra historia: cómo nuestra comadre Lucía Muñoz, una magnífica periodista y una mujer de bandera, lideresa por los cuatro costaos, nos juntó un día con una idea loca a 9 completas desconocidas que congeniaron entre sí a la primera, pese a ser muy diversas y con historias de vida muy distintas. Cuando nos vimos las caritas por primera vez en La Invisible, un centro social y cultural de autogestión ciudadana en un hermoso edificio municipal abandonado del centro de Málaga, fue amor a primera vista. Era el 8 de abril de 2016, el día del pueblo gitano, ese pueblo tan ligado a la historia de Andalucía, sinónimo de libertad y rebeldía, que ejemplifica bien lo que es la interseccionalidad.
Desde entonces, dedicamos nuestras fuerzas a gestar y parir un proyecto que diera voz a todas esas mujeres andaluzas, olvidadas entre los olvidados, cuya historia merecía ser contada. También difundimos contenidos que contribuyen a la puesta en valor de la cultura andaluza contemporánea, en su diversidad y complejidad, más allá de estereotipos cansinos y folclorismos. Salimos en redes a finales de 2017 y el éxito nos sorprendió (3000 seguidoras en 4 días) y nos hizo conscientes de la enorme responsabilidad que tenemos entre las manos. A principios de 2018 nuestra revista vio al fin la luz y desde entonces procuramos que a nuestras lectoras no les falte un buen texto que llevarse a la boca, a veces con más acierto, a veces con menos. Sin ellas, este proyecto no sería posible. Y es que La Poderío es ante todo un medio de comunicación, pero es mucho más que un medio de comunicación.
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El periodismo si no es feminista nunca puede ser de calidad. Es imposible querer informar con veracidad y rigor y dejar fuera a la mitad de la población. En Andalucía, además, víctima de las lógicas centro-periferia, las mujeres que habitan este territorio históricamente saqueado y maltratado, están doble o triplemente invisibilizadas. Por eso, sin ellas, el periodismo no puede ser de calidad. Y, en eso estamos: a nuestro ritmo, conectando con el yo, conectando con el nosotras, desde el compromiso, haciendo periodismo de servicio público, de proximidad, crítico, con enfoque de derechos humanos y consciente.
Las grandes historias acaban encontrándonos a nosotras en los espacios en los que nos movemos: organizaciones sociales, centros escolares, grupos de consumo, patio de vecinas, plazas, encuentros, corralas, etc; y esto hace que nuestras vecinas salgan de su anonimato para ser protagonistas del relato de sus historias. Son ellas las que dan sentido al proyecto, las que hacen crecer a nuestra comunidad en el online y en el offline, las que se alegran cuando descubren que una de nosotras es de La Poderío y las que nos dejan mensajes compartiendo lo mucho que les han interpelado nuestros textos. Como periodistas que venimos de otros ámbitos notamos mucho la diferencia entre acercarnos a las fuentes diciendo que somos del medio que sea o diciendo que somos de La Poderío, la sororidad, la complicidad y las ganas de contarse se notan al momento y solo por esa sensación, valen la pena muchas cosas.
La Poderío es un espacio de cuidados. Nos cuidamos las unas a las otras (eso lo hacemos muy bien). Intentamos autocuidarnos (eso nos sale regular). Y queremos cuidar a nuestras fuentes y a nuestras lectoras.
La Poderío es un espacio de cuidados. Nos cuidamos las unas a las otras (eso lo hacemos muy bien). Intentamos autocuidarnos (eso nos sale regular). Y queremos cuidar a nuestras fuentes y a nuestras lectoras. ¿Cómo lo hacemos? Nuestros textos nunca pueden perjudicar a nadie en ninguna forma, así que tratamos todos los temas con mucho cariño y con mucho rigor. Es decir, haciendo periodismo de calidad.
En nuestros textos huimos del foco generalista, mezclando profundidad y frescura, huyendo de la construcción masculinizada de los géneros y las secciones periodísticas tradicionales, aprendiendo con cada historia, denunciando, concienciando y expresando nuestra amplia diversidad lingüística y cultural. Sin caer en el discurso del qué, cuándo, dónde,…sino en el por qué, que es el que realmente (nos) explica el territorio que atraviesa nuestras vidas.
Pero, somos humanas, normales y corrientes, y a veces, aunque nos duela, no llegamos a todo. La precarización de nuestras vidas nos lo impide, aunque La Poderío está arriba del todo en nuestras prioridades. Porque, pese a nuestros errores, gracias a nuestros aciertos, y con el calorcito de todas las que de alguna manera forman parte de esta bendita locura, La Poderío es un espacio en el que ser y estar como cada una de nosotras somos y estamos en el mundo. Nuestro periodismo aquí es el más libre que hemos podido hacer nunca. Y creemos que es el periodismo que necesita nuestra comunidad. Vamos despacio porque vamos lejos.
Y de Bilbao nos traemos muchos aprendizajes para seguir construyendo entre todas el feminismo andaluz que nos haga libres, iguales y felices.
Pa´que puedas vichear más
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