Laura Rueda / Auxi J. León
“Sexualidad, género y Coeducación. Rompiendo estereotipos afectivos-sexuales”. Así se ha titulado el taller impartido por Pitu Aparicio, en Málaga, concretamente en La Medusa Colectiva, aprovechando la coyuntura de que la prima, que también forma parte de Arte-Muhé, venía pa’l sur, se dio una tarde de aprendizajes, cuidados y disfrute.
Alrededor de 20 mujeres, bajo la facilitación de Pitu Aparicio, compartieron conocimientos y experiencias, las que cada cual lleva en la mochila de la vida. La menstruación, los úteros, los genitales de ambos sexos, la diversidad de vulvas que existen, la masturbación y el porno, entre otros muchos temas, salieron a la palestra en un entorno de absoluta seguridad. Pensar en común acerca de “cómo vivimos” y “cómo nos relacionamos sexualmente” se convirtió en una pequeña catarsis colectiva, que fue posible, y todo hay que decirlo, gracias al arte que tiene Pitu para situar reflexiones muy complejas, usando un argot ligero, alejado de cualquier tipo de tabú, en clave de humor, y muy cariñoso y cuidadoso.
El feminismo lo construimos de muchas formas, y una de las más poderosas es el enreo. Enrearse con las que cohabitamos el territorio y con las que nos visitan. Acogerlas en nuestras casas y compartir los ratitos alrededor de la mesa después de comer. Así conectamos territorios políticos, lugares comunes de opresión de nuestros cuerpos, y estrategias de resistencias. Nos damos calor, vaya.
Qué mejor manera de conocer la experiencia que escuchando a la misma Pitu Aparicio. Aquí les dejamos el vídeo y más abajo os dejamos con la conversación entera por escrito. ⤵️
El taller es de sexualidad, y de educación afectivo sexual. Estamos acostumbradas a que este tipo de contenidos sean el típico taller que se da en espacios de educación formal dirigidos a adolescentes. ¿Por qué piensas que es importante trabajar estos mismos contenidos con población adulta, además de con adolescentes, que parece que es obvio?
La importancia de trabajar con adolescentes es absoluta porque aparte de que no nos enseñan a ser personas sexuadas, se habla muy poco de orientación o de vivir en libertad. Las partes de identidad y de orientación se tratan muy poco. Creo que trabajamos demasiadas matemáticas, mucha lengua y conocimiento del medio, pero a la hora de la verdad ni tenemos gestión emocional, ni somos capaces de ser nosotros mismos ni nosotras mismas en muchos aspectos de la vida. Creo que es fundamental también desmitificar un montón de roles de género en la sociedad en la que vivimos, que es evidente que existen. Aunque haya mucha gente que me siga escribiendo para decirme que no están ahí, pero que forman parte del día a día.
Y creo que también es responsabilidad nuestra trabajar la orientación, y fundamental conocer nuestro cuerpo. Tanto para saber lo que nos gusta como lo que no nos gusta, hablar de masturbación de una forma libre, que no sea un tema tabú siempre. Creo que eso fue también precisamente lo que me llevó a investigar y a darme cuenta de que en sexualidad femenina falta mucho trabajo por hacer y mucha investigación también a nivel biológico.
Señalas que es fundamental tener un espacio seguro, ¿por qué?
Una de las cosas que hacen que mis talleres sean vivenciales y dinámicos es que toda las personas están interactuando y hacen lo que les apetece y cuando les apetece. Siempre intento generar un espacio de cuidados. ¿Esto qué significa? Siempre digo al principio de cada taller que se pueden ir a un sitio aparte a pensar o relajarse porque creo que tanto la sexualidad como la dependencia remueven cosas, nos hacen repensar cosas que hemos vivido o nos retrotraen a momentos de la vida un poco incómodos.
En ese momento, al ser un taller vivencial, la persona que lo está sintiendo puede salir sola, acompañada, fumar, beber, comer, respirar… A la persona esto le da la tranquilidad de que va a poder ser ella misma. Es la importancia de tener un espacio de cuidados en el que la seguridad te garantice que tú vas a poder decir lo que quieres decir, estar como quieres estar y ser escuchada.
¿Qué perfil de gente suele acudir a tus talleres?
Lo chulo es que viene gente de todo tipo, normalmente de entre 20 y 40 años. Gente con muchas ganas de aprender, de escuchar a otras personas también en el ámbito de la sexualidad porque nunca se han dado esos espacios para poder hablar libremente. Creo que eso es lo interesante, que hay gente que se desahoga con sus temas personales, gente que viene a preguntar cosas concretas y gente que viene a formarse porque trabaja con niños, niñas, niñes y tiene preguntas sobre cómo hablar de la sexualidad.
¿Cuáles son las dudas o inquietudes más habituales?
Suelo empezar los talleres definiendo qué es el sexo y empiezo a desmitificar. Es muy chulo empezar desde esa parte para llegar a la parte afectiva-sexual, biológica y social. En la parte biológica a la gente le llama mucho la atención los anticonceptivos, qué pasa con toda esa parte hormonal que hay detrás. En la parte social hay mucha peña que habla de orientación y de la diversidad que hay, sobre todo en los institutos.
En la parte psicológica hablamos mucho de la expresión de género y de cómo nos han vendido toda esa parte de los constructos sociales. Hay mucha gente detrás y personas disidentes que tienen una lucha muy diaria y que comparten un montón de experiencias súper positivas. La gente realmente siente que ha aprendido de las otras compañeras. Y creo que es lo bonito, que en vez de que venga alguien a darte una chapa se genere un espacio bonito y aprender las unas de las otras.
Muchas gracias por compartirte y por tu sinceridad. Ahora es el momento de las ráfagas y te vamos a preguntar por “truquiconsejos”. Primero. “Truquiconsejos” para combatir el amor romántico.
(Risas). Creo que “truquiconsejo” suena como muy inmediato, que se puede hacer de la noche a la mañana y justamente romper con los mitos del amor romántico lleva una deconstrucción que flipas y muchas horas de trabajo detrás, ya no solo con una misma sino con todo lo que hay detrás, el entorno, la familia, etc. Pero creo que deberíamos empezar por la base, que al final es preguntarnos cada una a una misma qué estamos haciendo nosotras para perpetuar los mitos del amor romántico y qué ideas hay dentro de mí que hacen que lo esté llevando a la práctica. O que cosas le exijo a mi pareja que no haga y luego las estoy haciendo yo también, esto pasa mucho.
Creo que un autoexamen a tiempo ayuda a una deconstrucción y eso facilita que luego tengamos un poquito más lejanos los mitos del amor romántico Disney, porque nacemos con ellos y afirmaciones como que “el amor lo puede todo”, “el amor es para siempre”, “los celos no existen”… Todo esto que está trastocándonos la vida y el sentido que tenemos del amor para los buenos y los malos tratos.
Segundo. “Truquiconsejos” para salir de la rutina normativa en la pareja.
Me encanta la pregunta, no soy coach, pero creo que la rutina o la monotonía en la que entramos a nivel pareja hace que no probemos sitios nuevos o cosas nuevas. Creo que ya no solo en la parte sexo-afectiva sino con todo: cuidar los detalles con la pareja, en la convivencia, que parece que porque ya llevéis un tiempo se olvidan esos pequeños detalles.
Tener en cuenta mucho la vulnerabilidad es una de las cosas de las que más hablo cuando se trata de tener una relación. Porque creo que la vulnerabilidad siempre se ha visto como algo negativo y para mí es una parte fundamental, para que toda relación pueda ser no solamente sana sino comunicativa. Si yo me muestro vulnerable no es mi debilidad, estoy comentándole a mi compañera o compañero cómo me he sentido en ciertos aspectos para que la otra persona no solo pueda recogerlo, sino acompañarme, preguntarme y estar pendiente de qué necesidades tengo para que eso pueda fluir en la sintonía de la pareja.
Y para terminar, algo que siempre decimos en La Poderío que es, tú no te quedes con ná dentro, ¿hay algo que tú quieras contar y que yo no te haya preguntao?
(Risas). Creo que los espacios de cuidado como La Medusa son súper necesarios, ya no solo por la gente que venimos a nivel profesional, las talleristas, sino por toda la gente que puede venir a disfrutar del espacio, que a nivel económico es accesible a todes. Y que se genera un vínculo bastante potente para que luego la red pueda seguir existiendo y a lo mejor luego de aquí salen otras cosas chulas y la gente puede tener acceso a otros tipos de ocio y de comunicación. Muchas gracias.
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