Entrevista a La Otra. La cantautora madrileña visitará Andalucía en marzo con una mini gira por Granada, Sevilla y Almería.
La mayoría la conocimos con ‘Contigo’, una canción que puso letra y música a algo que muchas sentíamos e intentábamos expresar, que el amor solo es bueno si no duele ni amarra. Después llegaron más himnos, (‘Que me vaya bonito’,‘Se quemó’…), que ya se han instalado en nuestro imaginario colectivo musical violeta y que cantamos juntas en cada concierto.
Tiene Isa esas ganas enormes de derribar lo establecido que se cuela en nuestro ámbito personal, (haciendo que se convierta en político) desde que el patriarcado es patriarcado. Y hace mucho que esa costumbre suya de autosanar las heridas y deconstruir con música traspasó su propio cuerpo para instalarse en el de miles de otras que luchan, como ella, repartidas por todo el mundo. Porque compartirse es la clave para salir de estos bucles que nos siguen lastrando.
La Otra inaugura nueva etapa con Creciendo (2018), un álbum musicalmente más complejo, que apuesta por seguir subiendo peldaños en el terreno de la profesionalización, sin dejar de lado ninguna reivindicación. Y también el discazo con el que comenzaron las giras en banda con Las Locas del Co, en paralelo al formato acústico que ya conocíamos.
En marzo volverá a pisar algunos escenarios de Andalucía y en La Poderío hemos querido aprovechar esta visita para tejer una red desde Madriz hasta el sur, como mejor nos gusta, con su ratito de charla de mesa camilla. Así que, cafetito de pucherete o tesito en mano, invitadas quedáis a esta entrevista en la que Isa nos cuenta más sobre estas nuevas citas en nuestra tierra.
No podía empezar sin decirte que… ¡vaya discazo te has marcao, prima! Una delicia pa’ los oídos, un vaivén pa’ los sentíos, un abrazo pa’ el alma, un pellizco pa’ el estómago, un ramo de claveles pa’ uno de estos días de poquito sol.
Muchas gracias 😀 Está compuesto desde bien hondo, la verdad
La idea de formar una banda de mujeres me rondaba desde hacía mucho. En parte es un sueño que estoy cumpliendo, y en parte es un esfuerzo constante y muy consciente.
Siempre has estado muy bien acompañada en el escenario, pero eran colaboraciones puntuales. En esta nueva etapa la familia ha crecido con Las locas del Co. ¿Cómo pasó? ¿Fue algo que te apetecía o una cosa llevó a la otra?
Pues esto de ir con banda es algo que siempre quise pero nunca me había podido permitir. La idea de formar una banda de mujeres me rondaba desde hacía mucho. Fue todo un proceso, de más de un año y medio, buscarlas y encontrarlas, primero porque yo no vengo de un entorno de gente música; y luego porque al formar la banda, cuando mi proyecto ya tenía una pequeña trayectoria, quise también buscar a mujeres que tuvieran experiencia tocando, y no fue fácil. En parte es un sueño que estoy cumpliendo, y en parte es un esfuerzo constante y muy consciente.
¿Cómo te sientes en esta nueva etapa? ¿Qué te da esta hermandad en los directos?
Me siento muy afortunada y agradecida. Estar así acompañada me permite aprender y hacer cosas a las que no puedo aspirar estando sola, me permite al fin hacer música con otras, que es como yo creo que florecen el arte y muchas otras cosas: compartiéndose. Y en los directos, el flujo de energía que aporta la banda hace que los conciertos sean muy distintos a un acústico, otro nivel de power.
En general a veces también me siento asustada, porque es un compromiso enorme, y una batalla constante contra la precariedad en la que nos movemos todas.
Se lo pregunté a tus compas de Arte Muhé en su día y te lo pregunto a ti ahora… Hablando con varias personas os han definido como una nueva generación de mujeres cantautoras, ¿tú que crees?
Creo que lo somos. El contexto en general es distinto. Tal y como yo lo veo, nosotras pertenecemos a un movimiento colectivo de transformación social que se refleja también en el arte, que es mucho más amplio que nuestro colectivo, y que hace ya unos cuantos años que está sucediendo. Nosotras estamos viviendo, creciendo e inspirándonos junto a muchxs otrxs disidentes.
Me gustaría dar fuerza y conciencia a la gente que me escucha y justo esas dos cosas son las que más agradezco a mi familia musical de aquí y allá.
¿Qué te mueve en la vida y qué te gustaría remover-provocar en las que te escuchan?
Es una pregunta difícil de responder. Me mueven muchas cosas, y las más importantes creo que son las ganas de aprender y mejorar, la fuerza que da la alegría, y también el dolor. Me gustaría dar fuerza y conciencia a la gente que me escucha y justo esas dos cosas son las que más agradezco a mi familia musical de aquí y allá.
¿Crees que es posible defender valores y causas sociales a la vez que profesionalizas tu música?
Creo que sí, y es una muy buena pregunta. Me siento en la búsqueda constante de un equilibrio. Muchas veces tengo que resolver dilemas, porque no hay un camino marcado para poder ser una trabajadora de lo que sea y poder hacerlo de manera coherente con valores y causas sociales, como tú dices. Yo defiendo que se aplique la misma vara de medir a las trabajadoras del arte y al resto de personas que viven y trabajan en este sistema, que la mayoría no hemos elegido.
Hay muchos prejuicios extendidos acerca de lo que se le puede exigir a lxs artistas, como si fuéramos propietarixs de la industria cultural. Lo cierto es que no lo somos. Creo que somos unxs cuantxs tratando de hacer las cosas lo mejor posible, y muchas veces depende de decisiones tan personales como lo es la elección de los frentes en los que se lucha y las estrategias con las que eso se hace. Yo en general trato de no ser ni una mártir ni una irresponsable respecto al margen de acción que tengo en cada momento.
El feminismo me ha dado herramientas para sobrevivir. Me ha dado mucha fuerza también, una mirada despierta y palabras para nombrar la realidad , para esos dolores sin nombre que el poder naturaliza.
¿Qué te da el feminismo en lo personal y en la música?
El feminismo me ha dado herramientas para sobrevivir. Me ha dado mucha fuerza también, una mirada despierta y palabras para nombrar la realidad , para esos dolores sin nombre que el poder naturaliza. En lo artístico me señaló el camino para empezar. Por desgracia también me ha dado una lista de anti-normas militantes que con el tiempo voy disolviendo y de-construyendo, y que podríamos llamar «el código penal de la buena feminista anticapitalista», según el cual todas somos indignas y culpables frente a las exigencias de unos ideales inalcanzables. Igual eso no es culpa del feminismo, sino de otras ideas viejas que a pesar de nuestra buena voluntad revolucionaria siguen construyéndonos y construyendo nuestros mundos, aunque creo que poco a poco también se van a caer 😉
¿Sabrías ubicar el momento en el que te pusiste las gafas violetas?
Las gafas oficiales sí. Me di cuenta de que era feminista con 17-18 años, cuando empecé a militar en la asamblea de un centro social okupado en donde conocí a otras compas feministas que me abrieron puertas y ventanas. Ya había vivido antes situaciones de violencia machista, más o menos fuertes de cerca, y hacía tiempo que sentía un claro malestar con cosas que me parecían injustas, pero hasta que no conocí las ideas feministas no pude resignificar toda esa frustración y ese dolor.
Eres la compositora de ‘Contigo’, que ya se ha convertido en un himno del amor del bueno, contrario al amor romántico. ¿cuál crees que es la importancia de tener referentes en la música?
Pues es enorme. Mis primeros acercamientos a la política y a la defensa de la justicia social fueron a través de la música. Y aparte, siempre desde pequeña la música me ha salvado cuando las cosas no estaban bien. Así que hoy en día me parece muy importante tener referentes culturales y, sobre todo, artísticos que nos inspiren para sanarnos, crecer, y construir en común.
hoy en día me parece muy importante tener referentes culturales y, sobre todo, artísticos que nos inspiren para sanarnos, crecer, y construir en común.
Aunque si nos ponemos a hablar de himnos, ‘Se quemó’ también es una canción imprescindible, que encima da la vuelta a la tortilla con tol arte y humor del mundo.
¡Si! Esta canción es un ejemplo perfecto de lo que te decía de que soy una voz dentro de algo que es de muchxs: la idea la encontré por internet, en una publicación que leí un día, y luego ya no logré volver a encontrar. Y yo le di forma, añadí algunas cosas y la hice canción.
Se acerca el 8 de marzo… después de la que liamos el año pasado, ¿qué crees que pasará este año?
Pues no sé lo que va a pasar, pero espero que esta huelga desborde por todos lados a la anterior.
Has tocado en varios países Latinoamericanos y desde que empezaste no has parado. ¿Crees que hay espacios para hacer cultura para todas y todos?
Pues te respondería que sí y no, a la vez. Hay menos espacios de los que me gustaría, menos de los que necesitamos, desde luego.
Hay espacios de resistencia, pero tienen un alcance muy limitado (pienso en la autogestión). La única manera de garantizar espacios en los que se haga cultura de todxs y para todxs es que estos espacios puedan obedecer a criterios no mercantiles. Y eso solo se puede hacer financiándolos en función de lo que se considere importante al margen de la rentabilidad inmediata.
Con el tiempo, cada vez veo más necesario que haya financiación del Estado para generar un contenido cultural alternativo, o para ayudar logísticamente a colectivos que se estén encargando de hacer ese trabajo. Al ir con banda, y al ir aprendiendo el oficio, voy entendiendo que hacen falta medios técnicos para poder ofrecer, como mínimo, un sonido de calidad, sin contar con el espectáculo. Esos medios alguien los tiene que financiar, y eso solo es posible poniendo entrada o subvencionando la producción de un evento para que la gente pueda acceder gratuitamente.
Hay géneros musicales como el punk, en ocasiones el rap, o los conciertos acústicos, que cuando se tocan en eventos pequeños, de menos de 100 o 50 personas, pueden funcionar con un sonido muy precario. Pero para hacer eventos grandes, para poder tocar otras cosas y que toda la gente que venga a escuchar pueda escuchar bien la música que se está haciendo y sentirla tal y como es y no en una versión deformada y gris, hacen falta equipos, escenarios, personal técnico y otras muchas cosas. Esto tiene que ver también con garantizar unas condiciones laborales dignas para lxs trabajadorxs del arte, y en este campo está casi todo por hacer.
En Andalucía mueves a mucha gente a tus conciertos y en marzo nos visitas. ¡Adelántanos algo de lo que nos tenéis preparao, prima!
Pues esta gira va a ser en acústico, así que llevaré una mezcla de mi último disco, del anterior y de la maqueta, o sea, temas de ahora y siempre, en versión íntima y preciosa. Y, además, meteré un poquito de monólogo entre tema y tema para acercaros a todo lo que hay detrás de las canciones. El jueves 14 estaré en la Taberna JJ (Granada), el 15 en La Sala (Sevilla) y el 16 en la Sala Madchester (Almería).
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