Entrevista a ANA SILVA CUESTA
“Hay mutilaciones invisibles, y no sólo en la mutilación genital femenina, también en cómo entendemos nuestro cuerpo”
Cuerpo Adentro es el poemario que discurre por el interior de una mujer, Ana Silva Cuesta, con un escenario compartido entre Málaga, Granada, Estambul y Tánger. Es el resultado de un proceso interior que nos dice «se fundamenta en un compartir y un nutrirse de otras miradas, la mirada de lo femenino de otras mujeres».
Publicado por Ediciones del Genal, tiene la particularidad de presentarse en castellano y árabe y cuenta con la participación de la escritora iraquí y traductora del poemario, Bahira Abdulatif Jasim; la poeta tangerina Rachida Madani, prologuista del libro y la artista de Rabat, Firdaous Barkallil, autora de las ilustraciones.
Estambul Adentro
“Estambul tiene un mar y muchas casas / y un café donde la gente cuenta / sus ganas de Londres y Nueva York…
En mi libro hay un reclamo de la espiritualidad andalusí….
Reflejos
Je suis femme/comme la mer/ comme la nuit/ comme la blessure ( Mujer soy / como la noche / como la mar/ como la herida)
Tu libro es una confluencia de mujeres, de un lado y otro del Mediterráneo.
A mí me gustaría comenzar diciendo que hay una base en común de todo el feminismo, que es la reivindicación y la lucha por un status, de colocar a la mujer en una situación de igualdad con el hombre, porque no lo está a nivel genérico, a nivel mundial, en cualquier punto del planeta hay discriminaciones. No por ser occidentales vamos a negar las nuestras, ¿no? Lo que ocurre es que el feminismo es muy plural y cada mujer, en cada ámbito, en cada contexto, lleva su propia lucha. Las mujeres feministas musulmanas, el feminismo islámico que es el que digamos he podido estudiar más y con el que más contacto he tenido, aparte del nuestro propio, reivindica una lucha en su contexto y el que sean ellas las actoras de su propia reivindicación. ¿Qué reivindican? Primero no ser juzgadas por nosotras las occidentales. Poder luchar en una situación de activismo sin el prejuicio de sentirse mujeres oprimidas. Que aquí, realmente, lo que estamos haciendo es eso. Estamos anticipándonos a sus propias luchas y expandiendo nuestro discurso occidental sobre lo que está bien y lo que está mal. Ellas quieren decidir qué hacer con su cuerpo, si llevar velo o no llevarlo, y en qué espacios proyectar esas luchas, que al fin y al cabo son las mismas que las nuestras. Luchar por una sociedad donde en lo público la mujer tenga un status igual que el hombre y no sea discriminada, tanto en el plano institucional como en los demás planos. Que puedan decir si quieren pertenecer a una confesión religiosa o no y que ese aspecto no determine su papel como mujer, su verdadero estatus, y su verdadera garantía en cuanto a persona.
Consigna Primaveral
No habrá más primaveras / desdobladas, / nunca más me sentiré / escindida / partida en dos / abierta por la mitad…
En Cuerpo Adentro he querido vencer esa corrupción que hay del cuerpo en sociedad, ese estar continuamente en unas pautas estéticas, de cómo tenemos que ser o como no tenemos que ser. Esto es un reclamo a recuperar una solidez, una verdadera fortaleza interior, de cuerpo adentro, que lleve a una aceptación, sin llegar a estar contaminada por lo de fuera. Seguir adelante sin toda esta avalancha que hay, esta continua guerra contra cómo somos. Es decir, este continúo reclamo a ser todas de una determinada manera y si no se cumple un determinado rol, a sentirnos mal.
Este poema enlaza a un tema en el que llevas años investigando, la mutilación genital femenina.
El punto de partida fue, desde el plano jurídico-penal, una reivindicación por mi parte sobre qué está pasando, porque estamos criminalizando a los inmigrantes. Me voy al código penal y veo que el delito de mutilación genital femenina tiene una pena brutal, de 6 a 12 años, para los padres. Habla de padres en plural, incluyendo a la madre. ¿Qué está pasando que aquí mandamos a la cárcel a una mujer inmigrante que encontramos en nuestro territorio y que además, ella es víctima de mutilación genital?. Es una doble discriminación de género, totalmente. Cuando comprendo que esto es una verdadera barbaridad desde el plano legal, y también ético y social, decido meterme de lleno en la mutilación genital femenina, porque entiendo que hay muchas mutilaciones.
Empiezo a profundizar en qué consiste el ritual, y en el derecho que también tienen las mujeres a querer erigir su propia identidad y sus propios ritos de paso, siempre que no sean dañinos para su cuerpo. Comienzo a leer a otras autoras y a darme cuenta de que en occidente existen camillas de cirujanos donde las mujeres van a hacerse ablaciones del clítoris, con otras garantías. No es una cuchilla de un ritual en África, pero son intervenciones quirúrgicas. Y la Organización Mundial de la Salud, por primera vez, acepta, en su tipificación de la mutilación genital femenina, un tipo 4, donde al fin mete otro tipo de mutilaciones como éstas. Y el legislador no reacciona. No hace nada. Tratando a la mujer africana como una menor de edad, porque no es la mujer adulta que decide llevar a cabo el ritual, pues no se considera mayor de edad y entonces es un delito de lesiones.
Y una mujer de aquí, occidental, española o americana o de donde sea, con recursos económicos, dando su consentimiento, la figura del consentimiento informado, no comete ningún delito.Pero también hay ya muertes en camas de cirugía estética. Ahí me doy cuenta de que estamos totalmente desorientados, juzgando a la mujer africana como oprimida, cuando dentro de nuestras propias fronteras existe un problema de igual envergadura, pero con otras connotaciones. Con los mismos riesgos para la salud. Hay unas mutilaciones invisibles, y no sólo en el tema de la mutilación genital femenina, también en cómo entendemos nuestro cuerpo.
¿Se ha avanzado algo en cuanto a la protección de mujeres y niñas?
Pues la verdad es que soy un poco crítica. No voy a decir negativa, porque ha habido avances, pero soy crítica por dos cuestiones principales. Primero porque el delito está previsto en nuestro código penal desde el año 2006 y hasta el año 2015 no aparece el primer protocolo de prevención estatal. Es una autentica barbaridad que haya pasado tanto tiempo. Porque el derecho penal es un principio de intervención mínima, debe aparecer en última instancia. Algunas comunidades autónomas, como Catalunya, ya estaban trabajando el tema, y allí ha habido una verdadera prevención. Una prevención porque se han encargado de que los ginecólogos de la sanidad pública no ejerzan sobre las mujeres que proceden de países donde se practica la ablación, un control represivo, sino ayudar a las niñas y conseguir la garantía de que cuando viajaban a sus países de origen, no vuelvan mutiladas.
¿Y la segunda cuestión de tu crítica?
Por el tratamiento que hacen los medios de comunicación de este tema. En la Universidad de Barcelona, hay un observatorio para la mutilación genital femenina donde se hacen estudios sobre la población que viene de países donde se realizan estas prácticas, pero no se da a conocer de forma, digamos, pedagógica o integradora. El último mapa que se hizo de la mutilación genital femenina, que salió en el año 2015, fue alarmante porque supone una desintegración para las niñas que vienen de estos países, al publicar un titular que era: “17.000 niñas en España en riesgo de padecer la mutilación genital femenina”. Es una autentica barbaridad, que ya he denunciado en otros foros, porque lo que hay son 17 mil niñas empadronadas de países en los que se practica, pero no quiere decir que las familias no tengan oportunidad de querer salvarlas. Es como si decimos 17 mil niñas en riesgo de infectarnos de VIH, por ser de países donde hay más prevalencia de esta enfermedad. Me pareció totalmente discriminatorio. No ayuda a la prevención ni a la integración de esas menores.
Método
… ¿en cuántos cuerpos he de pararme / para avanzar?…
¿De los cuerpos en los que has estado, de cuales has querido huir?
Los cuerpos donde se ha pretendido ejercer sobre mí una superioridad. Y no hablo solamente del plano físico, sino desde un cuerpo legal, por ejemplo. Parte del ordenamiento jurídico que yo he interiorizado para poder comprender cómo funcionaban las respuestas judiciales. Y ahí me he detenido y he querido salir rápidamente. Contra hegemonías sobre formas de entender el derecho y de entender la igualdad que no tiene nada que ver con lo que yo entiendo que tiene que ser. Y luego está el plano de las relaciones personales. Ese patriarcado que está latente en la mentalidad, no solo de hombres, también de mujeres desgraciadamente, y que me han situado en estados emocionales de verdadera tristeza. De esos cuerpos, de cuerpos legales injustos y de cuerpos físicos gobernados por unas ideas tan subconsciente del patriarcado, es donde yo he sido muy infeliz.
A la muchacha Federico García Lorca
Conquisto infinitos/ a las cinco de la tarde. / No me lo anunciaste Federico, / nunca me dijiste que, el caballito de agua/se elevaría en mi ombligo/…
En tu poemario nos hablas de cuando pierdes las coordenadas. ¿Cómo superar ese bache y volver a ser tú?
Sí, efectivamente. La sensación de frustración es muy grande, pero siempre hay un punto que te permite que continúes. Y siempre hay referencias en los momentos de crisis y de bloqueos. Siempre recurro a figuras fundamentales como Lorca, pero Lorca en sentido femenino. Por eso el poema “A la muchacha Federico García Lorca”. Aquí hay ya una reconciliación con el espacio en el que tengo que seguir trabajando, que es Granada, que es a las cinco de la tarde lorquiana, y yo sigo conquistando mis pequeños espacios, que para mí son mundos enteros, por eso hablo de infinitos.
¿Cuál ha sido tu última batalla ganada?
He ganado una batalla personal que es aceptar que las incertidumbres forman parte de la vida y que el aprendizaje de ‘Cuerpo Adentro’ era un renacer. Era un morir para volver a nacer con más fuerza. Hay que aceptar que somos cíclicas y que eso nos lleva a ser más vulnerables en este mundo. He ganado la batalla de aceptarlo. Me acepto cíclica y me acepto fuerte ante la incertidumbre. La mía propia y la de las personas que me rodean y de la sociedad en general.
De la parte árabe de ‘Cuerpo Adentro’
¿Tú determinas desde un principio que este libro debe traducirse al árabe?
El encuentro con la lengua árabe me proporcionó una verdadera revolución interna porque me di cuenta, por una parte, que era lo que yo necesitaba para comprender parte de mi pasado, del que me siento muy identificada. Y por otra, era la herramienta para que estas mujeres, que tanto me ofrecían, por mi ámbito de investigación, pudieran entenderme en su lengua. A su vez entiendo que esa lengua, que me conecta con mis raíces, es casi una lengua materna, y por otro lado es el lenguaje del cuerpo. Entonces ahí dije, mi libro tiene que llamarse Cuerpo Adentro, no solo por lo que significa de mi proceso interior, también porque yo he aprendido que el árabe es un lenguaje del cuerpo hacia adentro.
Y por ello haces llegar tu poemario a Bahira Abdulatif, ¿qué te comenta ella?
Bahira me dijo que se sentía identificada y que quería hacer la traducción. Además, de forma desinteresada. “Lo voy a hacer, me dijo, porque me ha gustado y quiero apoyar a mujeres que están empezando”. Y entonces ahí surgió una verdadera fusión entre ella y yo. Porque no sólo ha sido una relación entre escritora y traductora, sino que hemos compartido ya todo un itinerario de luchas por los derechos de las mujeres, visiones compartidas del feminismo islámico, visiones compartidas del sistema en el que vivimos. Y también un apoyo espiritual.
Os dejamos con el poema de Cuerpo Adentro que nos recita la escritora y traductora iraquí, Bahira Abdulatif. DISFRÚTALO!!!
(*) Ana Silva Cuesta es jurista. Doctora en Derecho con una tesis doctoral sobre mutilación genital femenina, tema en el que viene investigando desde hace años. También investiga y trabaja con distintos colectivos en los tema de migraciones y género y derechos de las mujeres en el islam. Miembra del consejo editor y subdirectora de la revista de cultura andaluza Secreto Olivo. Autora de numerosos artículos académicos, Cuerpo Adentro es su primer poemario.
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